Hace ya más de cuatro años que el Concello y panaderos lalinenses se reunieron para impulsar un proyecto que realzase el pan de Lalín. En el 2016 parecía que ambas partes habían decido dar un paso adelante tras formar un colectivo con profesionales locales, presidido por Manuel Lalín, y registrar la marca. Sin embargo, después de la presentación de la asociación en el casco urbano de la localidad, pocas cosas se han puesto en marcha desde el colectivo.

Manuel Lalín, de la Panadería La Morena, alude a la "falta de implicación" para explicar porque no se ha hecho nada en estos dos meses. Incluso el pasado año, Lalín barajaba la idea de organizar una feria del productor artesanal para promocionar el alimento, no obstante, tampoco se ha llevado a cabo. En este sentido, el responsable de la asociación quiso reunirse con más profesionales locales para poner encima de la mesa la continuidad del proyecto. "Tuvimos reuniones informales, de las que no se sacó nada en limpio", destaca Lalín. Manifiesta que las ocupaciones personales de cada uno impiden compatibilizarlas con el proyecto de Pan de Lalín. "Para hacer una feria es necesario contar con varias personas, pero yo solo no puedo", añade el presidente de la asociación.

Insiste en que la relación con todos los comerciantes del sector es buena, sin embargo "es complicado dejar tu negocio para ponerse a trabajar en un proyecto común". Tanto es así que, en la pasada Feira do Cocido, Pan de Lalín, como marca, no estuvo presente en la Carpa Mahou, que reúne los productos artesanos y de calidad para la venta. Lalín explica que "el año pasado sí que pusimos un puesto, pero este año lo hizo una persona de manera individual, porque no se puede estar en dos lugares a la vez, ya también tengo que atender mi panadería", reconoce. Lalín sí ha continuado potenciando la marca, pues asegura que su pan lo vende con la marca para que sea reconocible.

De hecho, en las pasadas fiestas de Lalín, la comisión organizadora quiso contar con la asociación para poner en marcha diferentes actividades infantiles, sin embargo, la gran cantidad de trabajo les impidió participar durante esas fechas.

Hay que recordar que la entidad se constituyó con un total de 15 negocios, pero hasta el momento no se ha realizado ningún tipo de iniciativa. Entre ellas, destacaba la celebración de una feria artesanal, como se dijo y también la creación de una página web ilustrativa e informativa en la que el alimento tenga promoción y esté al alcance de todos aquellos consumidores que lo quieran. De todas maneras, Lalín no da por muerto al colectivo "digamos que está en standby". Dice que en cualquier momento puede volver a levantarse el proyecto para intentar impulsar alguna iniciativa para promocionar un alimento que, sin duda, traspasa fronteras. Así, sea por falta de interés de los profesionales o por falta de tiempo, la marca se ha quedado sin actividad a pesar del apoyo incondicional del Concello, que buscaba que el pan de Lalín se convirtiera en una bandera más del buen hacer de los lalinenses.