Cientos de sacos con resto de cable picado se acumulaban desde hace alrededor de diez años en varias parcelas del parque industrial de Dozón. Contenedores e tela para restos triturados de caucho que campan a sus anchas en el polígono, puesto que muchos de los sacos se han roto y esparcen su contenido por el suelo. Meses atrás, parte de ese vertido que no puede estar acopiado de esta manera fue por fin retirado por la empresa que lo acumulaba.
Eso sí, hubo que esperar muchos años para que esto tuviera lugar a pesar de las diferentes reivindicaciones del BNG de Dozón. Los nacionalistas en su momento elevaron la cuestión al Parlamento, e incluso se produjeron visitas de técnicos de la Consellería de Medio Ambiente a la zona. En octubre de 2014, el gobierno que encabeza Adolfo Campos anunció en una sesión plenaria que se tomarían medidas para la retirada de estos sacos, pues los propietarios habían asegurado su retirada. Sin embargo, la reacción del gobierno local no fue efectiva hasta hace un par de meses, tal y como señalan desde el Concello. El vertido fue retirado en una de las parcelas, no obstante, en la otra todavía quedan centenares de sacos llenos de plástico. Una acumulación sustancial de caucho que supone una amenaza para el medio ambiente. Las primeras alarmas llegaron con el deterioro de los sacos al quedar directamente en la tierra por lo que incidían en que pudiesen filtrarse también a manantiales subterráneos afectando a la contaminación de acuíferos. Una posibilidad que personal de Medio Ambiente descartó en un principio.
El cruce de acusaciones entre el Concello y los propietarios de las parcelas han dilatado la retirada de los residuos, sin que tampoco se hayan visto apremiadas por las visitas del personal de Medio Ambiente después de que el BNG acudiese al Pazo do Hórreo.
Retirada ahora una parte, falta por saber cuanto faltará para que la institución local mueva ficha para que se puedan sacar también del polígono industrial los centenares de sacos con restos de plásticos que aún se acumulan.
