La entidad sin ánimo de lucro Ecovidrio publica los datos de reciclado del año pasado, según los que las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes entregaron en los iglús 1.282,97 toneladas de vidrio para su revalorización. La cifra supone una considerable mejoría en más de 41 toneladas en comparación con las 1.241,09 toneladas de 2016. En ese año, hay que recordarlo, se produjo un profundo descenso en el reciclaje de vidrio, de 84,77 toneladas en comparación con 2015.
El incremento es posible gracias a que aumenta el reciclaje en seis de los nueve municipios, y ello se debe más a la concienciación ciudadana que a la disposición de más contenedores. Basta con ver los datos de Lalín: en la cabecera dezana se pasan de 169 a 179 iglús. Pese a tener una decena más de colectores, los vecinos protagonizan el segundo descenso consecutivo en la entrega de vidrio, al depositar 367,57 toneladas, por debajo de las 385,87 de 2016. Con estas cifras, la ratio de Lalín es de 18,3 kilos de vidrio reciclado por habitante.
En la otra cabecera comarcal, A Estrada, ocurre lo mismo que en Lalín: el municipio cuenta con 17 nuevos contenedores y dispone ya de 137, sin embargo sus residentes también bajan, otra vez, su volumen de entrega: de las 358,86 toneladas pasan a las 349,83. De este modo, también desciende la entrega por habitante, que se queda en los 16,9 kilos de vidrio por vecino. El tercer y último municipio en el que todavía quedan cosas por hacer para aumentar la concienciación medioambiental es Dozón: pasa de 5 iglús a 8 en un año, pero su volumen de entrega baja de 8,86 toneladas a 3,57, lo que se traduce en 3,02 kilos por residente.
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El global de vidrio entregado en Deza es de 738,22 toneladas. Pese al descenso de Lalín, esta cifra está por encima de las 719,51 de 2016 pero, eso sí, queda aún lejos de las 767,84 de 2015. La mejora de la comarca se debe a las buenas cifras de los cuatro concellos restantes. Silleda, pese a que solo incorpora un nuevo iglú y cuenta con 96 en total, recicla 15 toneladas más que en 2016 y llega a las 165,65. De este modo, cada habitante entregó, de media, 19,1 kilos de material. El municipio vecino de Vila de Cruces entrega 10 toneladas más y en 2017 cierra los datos con 100,47 toneladas, a razón de 18,6 kilos por persona. En este concello también se incorporaron dos nuevos contenedores, y ahora tiene 42. Rodeiro, por su parte, repite los 41 iglús de 2016 y, sin embargo, deposita dos toneladas más de vidrio y llega a las 49,02. La ratio por vecino es de 19,09 kilos. Por último, en Agolada el reciclado también mejora, en poco más de 15 toneladas, y registra 51,92. Agolada pasa de 20 a 25 contenedores y sus vecinos entregan, cada uno, 21,3 kilos.
En cuanto a Tabeirós-Montes, el vidrio reciclado suma 544,75 toneladas, bastante por encima de las 521,58 de 2016 y acercándose a las 558,02 de 2015. Si en los municipios que mejoraron sus cifras en 2017 suponía un repunte tras la caída de 2016, Forcarei es el único de la zona que incrementa su reciclaje por segundo año: cierra 2017 con 75,64 toneladas, muy por encima de las 58,01 del año precedente y solo con dos iglús más. Ahora tiene 41. Sus vecinos entregan un promedio de 21,4 kilos. Por último, Cerdedo-Cotobade depositaron en los contenedores 119,27 toneladas, 15 más que las 104,71 de 2016. Dispone de 79 contenedores, uno por encima de la cifra de hace dos años. Su ratio es de 19,5 kilos por vecino.
