Hace años que la ciudadanía estradense aguarda que llegue el momento en que las frecuentes comunicaciones entre el municipio y la capital gallega puedan realizarse a través de una autovía. Con el primer tramo de la AG-59 construido hasta A Ramallosa, se aguarda una prolongación de este vial de alta capacidad hasta el municipio. No en vano a finales de 2017 el Consello da Xunta dio luz verde a la autorización de las expropiaciones necesarias para acometer la primera fase de la prolongación de la autovía AG-59 desde su actual punto de finalización hasta Pontevea, en el vecino municipio de Teo.

El gobierno gallego aprobó el decreto en virtud del cual se declaró la utilidad pública y se dispuso la urgente ocupación de los bienes y derechos afectados por el proyecto. La autovía llegaría así en esta segunda fase hasta la intersección con la carretera AC-241, que une Ponte Ulla con Pontevea. El decreto de utilidad pública contempla la expropiación de las 562 fincas precisas para efectuar la prolongación de la infraestructura. Son parcelas emplazadas en los municipios de Teo y A Estrada. La mayoría de ellas -un total de 490 predios- se corresponde con los bienes afectados por el proyecto constructivo del primer subtramo de prolongación de la autovía hasta A Estrada y las 72 restantes ya están vinculadas a la ejecución de un segundo trecho de la nueva infraestructura, que desde Pontevea continuaría hasta O Rollo, en la parroquia estradense de Santa Cristina de Vea. Ello supondría ya que la autovía cruzase el Ulla y se adentrase en el municipio estradense.