El pasado 11 de enero entraba en vigor la Lei de Benestar Animal, una normativa autonómica que endurece las sanciones por tener un perro sin identificar con el correspondiente microchip. Sus propietarios se enfrentan a multas que oscilan entre los 500 y los 5.000 euros, razón por la que el censo oficial de la Xunta en Deza y Tabeirós-Montes se ha disparado en los últimos meses, con un 6,4% más entre finales de año y el presente mes de abril. Si antes de la entrada en vigor de la nueva legislación el Rexistro Galego de identificación de Animais de Compañía (Regiac) incluía en la zona un total de 21.900 perros, en la actualidad este censo se incrementó en más de un 6%, con 1.415 ejemplares más.
La subida, como acontece en Galicia y en las cuatro provincias, es común también en los nueve municipios de las comarcas. Con los datos oficiales de la Consellería de Medio Ambiente en la mano se deduce que la entrada en vigor de la legislación que endurece las multas a los dueños de los perros que no estén provistos de microchip -ya era obligatorio desde hace años- propició que en las comarcas se registrase un promedio de 117 perros a la semana. Esta medida también ha servido a la administración autonómica para actualizar los datos de mascotas en cada uno de los municipios gallegos, porque además de los perros, la especie más numerosa entre todos los animales de compañía, el Regiac también incluye gatos, hurones u otras especies que figuran bajo un epígrafe sin definir.
Atendiendo al censo de canes aportado en el día de ayer por Medio Ambiente referido a esta zona, los vecinos de Deza y Tabeirós-Montes poseen un total de 23.315 animales. A Estrada es el municipio de las comarcas con más perros. Si antes de la entrada en vigor de la nueva legislación la administración tenía constancia mediante el Regiac de 5.504 canes, ahora la cifra se va hasta los 5.962. La capital de Tabeirós es también la que más aumenta este censo.
En lo que respecta a Lalín, el número de perros correctamente identificados alcanza los 5.644 después de crecer en estos algo más de tres meses en 293 ejemplares. Hasta 220 más se dieron de alta en Silleda, para totalizar ahora 2.952. En Vila de Cruces el registro de la Xunta contabiliza exactamente 1.757 canes, que son 102 a mayores. En 79 casos aumentó el censo en el municipio de Rodeiro, pasando a contar con 1.943. Por encima de esta cifra aparece Agolada, donde constan en concreto 2.018 perros de distintas razas; 119 a mayores. Solamente 13 perros más fueron identificados en Dozón sobre los 533 anteriores. Este volumen en Forcarei se incrementó en 94 casos para totalizar ahora 1.617 y en Cerdedo el balance es de 525 ejemplares tras experimentar una subida de 37 inscripciones más.
A falta de conocer con detalle el nuevo censo por razas, en el último referido al pasado año, en la zona destacaban, entre las más conocidas, los Beagle y Pastor alemán como los casos de mayor incidencia. No obstante, en torno al 70% de los perros identificados con microchip son mestizos, con más de 8.000 ejemplares cruzados o sin una raza pura definida. La afición a la caza en las comarcas es clave para entender la relevante presencia de perros empleados para esta práctica social o deportiva. La identificación de un animal no solo permite a la administración gestionar un censo de mascotas sino, como apuntan algunos expertos, es un importante recurso para la prevención de abandonos, porque la propiedad de los animales no puede atribuirse a ningún particular. Con todo, la población de perros en la zona, como en el resto de Galicia, es mucho más abundante de la que figura en el registro oficial por la cantidad de animales que todavía siguen sin ser identificados. Una buena muestra es, precisamente, el incremento de las altas solo en esta primera parte del año coincidiendo con el endurecimiento de las multas. En Galicia, algunas estimaciones sitúan en 200.000 la cifra de perros que carecen del preceptivo marcador, un elevado porcentaje (el 45%) si se tiene en cuenta que los canes dados de alta en el Rexistro gallego ascendían el año pasado a unos 470.000.
La Lei de Benestar Animal nació envuelta en polémica, sobre todo por la penalización por alimentar o recoger a animales vagabundos. La primera se considera una infracción leve y puede ser sancionada con hasta 500 euros de multa. En el segundo caso es grave, igual que la no identificación de un perro, y puede implicar hasta 5.000 euros. En ambas se exceptuarían las situaciones de emergencia. La normativa también castiga con hasta 30.000 euros de multa el sacrificio de mascotas y hasta con 5.000 el que los perros permanezcan atados permanentemente.
Otras mascotas
Por otro lado, los últimos datos de la Xunta indican que en la zona hay registrados 104 gatos. Esta cifra se desglosa en: Agolada (9), Cerdedo (2), Dozón (1), A Estrada (40), Forcarei (2), Lalín (18), Rodeiro (11), Silleda (19) y dos en Vila de Cruces. Bajo el epígrafe de otros, constan 24 mascotas, la mitad en A Estrada. De los seis hurones registrados en la zona, tres están en A Estrada, dos en Lalín y uno en Silleda.
