La protección del patrimonio natural es fundamental para preservar algunos de los principales atractivos de una zona de interior como Deza y Tabeirós, que destaca por un paisaje autóctono en el que masas arbóreas autóctonas son casi exclusivas en Galicia y que inspiraron a grandes de la literatura gallega como Castelao o Emilia Pardo Bazán. La sensibilidad de los antepasados por plantar y cuidar estos árboles hizo posible que muchos de ellos llegasen a nuestros días como seres vivos que merecen la pena ser contemplados por su singular belleza; gran parte de ellos en manos privadas y en los que las sucesivas generaciones se preocuparon por preservar. Como todo ser vivo, los árboles también precisan cuidados y antes o después acabarán convirtiéndose en seres inertes, aunque antes habrán dejado un legado importantísimo de, en casos, varios cientos de años de historia.
Aunque cuando hablamos de elementos patrimoniales, los registros oficiales seguramente solo incluyan parte de los que por méritos propios deben ser reconocidos. La labor de los expertos es fundamental a la hora de divulgar, en este caso los recursos naturales, pero también la ciudadanía puede contribuir para despertar la conciencia social y las emociones de proteger lo propio. La Dirección Xeral de Protección da Natureza de la Xunta impulsó años atrás la confección del conocido como Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia, en el que se incluyen en torno a 150 ejemplares. El mismo censo está integrado no solamente por árboles sino también por lo que se denominan formaciones singulares. En las comarcas son una docena las registradas, pero con toda seguridad que, solo en un breve repaso por la memoria individual o colectiva, quizá existan más ejemplares de árboles que por su singularidad o historia sean merecedores de formar parte de este catálogo. Tras la inclusión, el mes de junio del año pasado del conocido como Carballo de Bermés (Lalín), en la zona figuran una docena de árboles o formaciones botánicas singulares; distribuidas solamente en tres municipios: A Estrada, Lalín y Silleda.
La cabecera comarcal de Tabeirós destaca con siete árboles y agrupaciones botánicas como las sobreiras o el enorme patrimonio natural que atesoran los hermosos jardines del Pazo de Oca. En el Versalles gallego, propiedad de la Casa de Medinaceli, lucen cientos de ejemplares que llaman la atención del visitante por su configuración e historia. Las camelias asiáticas centenarias su carrera de tilos y trabajos realizados por jardineros del Palacio Real hace un par de siglos son solo algunos de los recursos que ofrece Oca. Parte de este patrimonio puede consultarse en el portal oficial de la Deputación de Pontevedra y también la Xunta editó recientemente una guía-ruta de árboles singulares. En Lalín, además de los ejemplares individuales, cabe destacar la majestuosidad de los robles o castaños de la Fraga de Quiroga; un espacio propiedad de la Xunta declarado monumento natural en el año 2000. En Silleda, al lado del santuario de A Saleta, el visitante puede asombrarse con alcornoque de gran porte que podría tener entre 300 y 500 años de vida.
