Son microscópicos pero están demostrando ser unos grandes aliados. Explotaciones ganaderas de A Estrada están comprobando los beneficios de aplicar un preparado con microorganismos en el purín que se genera en estas granjas. El departamento de Desenvolvemento Rural e Actividade Agrogandeira del Concello de A Estrada, área que dirige la edil Ángeles Pais, programó en la mañana de ayer una visita a una explotación de Lamas abierta a ganaderos del municipio para comprobar el funcionamiento y los resultados que está arrojando este producto ecológico, completamente natural y respetuoso con el medio ambiente.

Durante este encuentro -en el que finalmente participaron una quincena de personas- personal de la firma Biopranaworld ofreció una presentación de un producto que algunas granjas locales ya llevan utilizando años, a raíz de una conferencia programada por el citado departamento municipal.

El producto es, dicho de forma simple, un cóctel de bacterias de diferentes cepas que trabajan en sinergía para generar distintos beneficios. Así, algunas de ellas se encargan de degradar la materia orgánica, de manera que el purín abandona su habitual doble textura sólida-líquida para convertirse en una crema. Ello facilita a los ganaderos el manejo, suprimiendo la necesidad de agitar el purín, lo que se traduce en un ahorro de tiempo y dinero.

Otro beneficio que ocasionan estos microorganismos, según se explicó ayer, fue el control de olores. Fernando Rey, uno de los fundadores de esta empresa pontevedresa apuntó que a la media hora de aplicar el purín en una finca ya no se percibe olor alguno. "Se reducen al 90%", apuntó. La experiencia del ganadero estradense Jesús Conde eleva esta reducción "al 95%". "Quince minutos después no te enteras de dónde echaste purín", asegura. Rey añade que, además de reducir olores, se reducen las emisiones de gases, un aspecto que se atribuye a que las bacterias empleadas aceleran la llamada "fermentación útil".

Los beneficios llegarían también a las plantas. Al acelerar la descomposición, estas bacterias generan nutrientes más asimilables para los cultivos, que reciben un purín "más maduro y enriquecido con estas bacterias". Este aspecto se traduce en que, con el paso de los años, las plantaciones ofrecen una mejor respuesta con menos abonos químicos.

Fernando Rey explicó que los testimonios ofrecidos por los ganaderos que utilizaron estos microorganismos en sus purines hablan de mejoras en determinados problemas que afectan a las patas de los animales, caso de las dermatitis generadas por patógenos ambientales en las patas de las vacas. Aseguran que estas bacterias se encargan de combatir estos patógenos.

"Los resultados son espectaculares", garantiza Jesús Conde, que asegura haber comenzado a utilizar este preparado hace ya siete años. Este ganadero estradense explica que combina unos 10 litros de este producto con 200 litros de agua y unos 10 de leche. Esparce la mezcla directamente en el purín o bien en el pasillo por el que pasan las vacas. Los beneficiosos resultados no tardaron en llegar. "Es un producto bastante rápido. La primera vez que lo echas compruebas los resultados a los 10 o 15 días; después es mucho más rápido por que esas bacterias siguen trabajando", apunta.

"Es un abono mejor, sin lugar a dudas", explica también este estradense, que relata que los ganaderos que hacen pastoreo pueden comprobar cómo las vacas "entran mejor al pasto, porque no les huele". Asimismo, asegura que el pasto nace más espeso. "Sacas más kilos de forraje por hectárea", comenta, incidiendo en la mayor rentabilidad que observa desde que emplea estas bacterias en los purines de su granja. Asegura que en la hierba dejó de emplear abonos químicos, ya que ahora "le llega solo el purín".

Otro gran beneficio de tener de aliados a estos microorganismo se nota, según aseguran, en el bolsillo. "Para mí es un producto regalado", dije tajante Conde, poniendo como primer ejemplo de ello el ahorro de costes que supone no tener que emplear un agitador para la gestión del purín. Tras apuntar a la rentabilidad en cultivos como la hierba que comen las vacas en la pradera, este profesional estradense subrayó que los ganaderos también realizan habitualmente un importante desembolso en combatir las larvas del purín, que se acaban convirtiendo en moscas. Incide en que con estas bacterias la presencia de moscas en los establos se reduce de una manera asombrosa.

En la reunión de ayer en la Finca Santaia de Lamas los asistentes pudieron conocer también un sistema de aplicación de este cóctel de mircoorganismos que automatiza el proceso, de manera que se aplica al purín cada día de forma automática y precisa. El sistema tiene un coste de entre 500 y 600 euros.