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Emisiones a la atmósfera y riesgo de incendio, claves del rechazo social a la planta de Racso

El manifiesto vecinal cuestiona la ubicación por su cercanía a viviendas, otras industrias, explotaciones agrarias o cauces de ríos - Echa en falta un Estudio de Impacto Ambiental

Reunión de miembros del gobierno con vecinos de Soutolongo, ayer, en la antigua escuela de la parroquia. // Bernabé

Un grupo de vecinos de parroquias afectadas por la posible instalación de una planta de neumáticos en el polígono de Botos lleva a cabo una recogida de firmas en contra del proyecto que promueve la compañía Racso Soluciones. Los firmantes solicitan que el Concello de Lalín paralice el proyecto e impida su puesta en marcha, "sin excusas de ningún tipo", en el sitio que ocupaba la antigua fábrica de Prabasa.

Emisiones de partículas contaminantes a la atmósfera, riesgo de incendio y proximidad a viviendas, otras industrias, explotaciones agropecuarias o ríos son las principales claves esgrimidas por los vecinos para rechazar la implantación de Racso en el polígono de Botos. Éste carece de espacios libres o posibilidad de expandirse, por lo que la trituradora de neumáticos ocupará "un espacio confinado", rodeada de un bosque caducifolio y de otras instalaciones industriales. Asimismo, argumentan que la creación de puestos de trabajo va a ser muy reducida, con una repercusión "insignificante" en el ámbito local.

En primer lugar, la planta debería tener un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), con su correspondiente Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Que la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio de "luz verde" al proyecto por medio de "un simple Informe de Impacto Ambiental (IIA)" es "un auténtico fraude, un desprecio al medio ambiente y un desplante a los vecinos afectados". El IIA es "un muro trámite administrativo que no garantiza nada, es decir, puro papelorio a favor del peticionario", reza el escrito. La única medida legal válida sería contar con un EIA y una DIA, que tuvieran en cuenta la evaluación de los posibles efectos de la industria sobre la población, la fauna, la flora, los suelos, el aire, las aguas, el clima, el paisaje y los bienes materiales y patrimoniales. Debería incluir medidas protectoras y correctoras sobre cada uno de los elementos afectados, así como la forma de reducir o eliminar esos efectos negativos. Y, por último, tendría que aprobarse un programa de vigilancia ambiental con acciones concretas y controles analíticos periódicos.

El escrito alude a la pérdida de dos toneladas de material entre los neumáticos que entran en la trituradora y los productos que salen -polvo de caucho, alambres de acero y fibra textil-, que atribuye a la "emisión de micropartículas a la atmósfera", lo que tilda de "gravísimo problema medio ambiental". Así las cosas, el impacto económico de la trituradora será "claramente negativo", sostienen los firmantes, porque "afectará a muchas explotaciones agropecuarias" a la hora de obtener unos productos "que no estarán libres de determinadas sustancias tóxicas", y más cuando algunas intentan orientarse a cultivos ecológicos. Entre los componentes de los neumáticos aparecen elementos "especialmente peligrosos y perjudiciales para la salud", como "negro de carbono, óxido de zinc, azufre y aditivos".

Plan de evacuación

El manifiesto señala que la planta distará menos de 100 metros del canal encajado del río Asneiro, salvando un desnivel de unos 35 metros, y también estará a menos de 100 metros de su afluente, el Portos. Entienden que es una "situación muy peligrosa" porque "incrementa el riesgo de contaminación" de dos cursos fluviales ya "en estado crítico y con muchas denuncias en los últimos años". La nave elegida corresponde a una antigua fábrica de leche, clausurada y en desuso desde hace unos trece años. "Unas instalaciones concebidas para un uso muy distinto al de trituración de neumáticos no ofrecen garantías suficientes para esta actividad, que requiere almacenamiento de materiales inflamables".

En este sentido, el manifiesto echa en falta "un plan de previsión y extinción de incendios", máxime cuando la industria puede almacenar hasta 248 toneladas de neumáticos, según la cantidad orientativa apuntada en el IIA. Y los vecinos sospechan que será muy superior, puesto que el proyecto habla de tres almacenes de 272, 184 y 240 m2 para "neumáticos fuera de uso", seis de 32 m2 cada uno para "reutilizables" y tres galpones para "triturados". A la vista de estos datos, ven "imprescindible" la elaboración de "un plan de evacuación de la población y los animales domésticos" dentro de la zona de "inversión térmica" -parroquias de Botos, Soutolongo, Doade, Vilanova y Sampaio-, dado "el gran peligro que supone en caso de incendio". Y es que la zona del polígono -situada en el fondo del valle del río Asneiro- se halla en una gran inversión térmica y una industria contaminante por emisión de polvo tóxico "es totalmente inaceptable y resulta arriesgada y peligrosa".

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