El salón de plenos de Vila de Cruces acogió ayer, a las 9.00 horas, el acto de apertura de las ofertas en segunda ronda para la gestión de los dos chiringuitos de A Carixa. La mesa de contratación se decantó por las ofertas de O Refuxio de Merza (que ya estaba al frente de uno de los locales) y el Café de Ramón. Ahora, tal y como indica el alcalde, Jesús Otero, las dos firmas elegidas tendrán que presentar documentación referente a su solvencia económica para gestionar estos dos establecimientos.

El trámite de ayer despertó las críticas del BNG cuyo portavoz, Xoán Blanco, sí presidió la anterior mesa en la que se abrió la primera oferta. Sin embargo, en esta segunda ronda ni siquiera se le notificó la hora y fecha del evento, por lo que queda más que claro que la presidencia de Blanco fue un acto de cara a la galería. El edil, que ayer se trasladó de todas formas, pero ya como parte del público, al acto de apertura, critica que "solo les faltó hacerlo de noche", ya que a las 9.00 horas considera que muy pocos vecinos pueden trasladarse al consistorio. De hecho, entre los asistentes se encontraban, sobre todo, gerentes de las empresas candidatas a hacerse con la adjudicación. Una licitación que acumula cierto retraso, puesto que la intención inicial del gobierno popular era que los chiringuitos abriesen ya durante la Semana Santa, una época en la que numerosos grupos de senderistas se decantan por visitar las tierras cruceñas. Sin embargo, la carga de trabajo que acumula Secretaría y la imposibilidad de cubrir su baja durante sus vacaciones en Semana Santa, según esgrimió el propio alcalde, provocaron esta demora.

Los chiringuitos se ofertaron por un cómputo global de 10.260 euros. Ambas adjudicaciones contemplan prórrogas. Los dos locales suelen estar muy frecuentados durante su período de apertura -desde abril hasta septiembre, en horario diario de 11:00 a 23:00-, dado el reclamo turístico que supone la playa fluvial para vecinos y visitantes.