La Carballeira dos Carballiños, emblema natural de la parroquia lalinense de Vilatuxe, desafió al frío, a las rachas de viento y a los continuos aguaceros. Y no era para menos: 280 comensales le plantaron cara a la borrasca Hugo para disfrutar de la primera cita gastronómica y, además, primera actividad, de la recién creada Asociación Cultural San Lourenzo. Pasadas las nueve de la noche y bajo carpa, los participantes en la velada tomaban asiento para disfrutar de una cena a base de cacheira, chorizos, patatas y postre, acompañados por pan, vino y café. Pero la idea no era juntarse solo para comer, sino también para compartir un buen rato con la música de un grupo de gaiteiros y los relatos del cuentacuentos Celso Fernández Sanmartín, que puede considerarse desde hace tiempo una verdadera enciclopedia andante de la tradición oral dezana. Los más jóvenes también pudieron entrar en calor gracias al repertorio que pinchó la discoteca móvil Chocolate.

La asociación ya trabaja en nuevas iniciativas, como cursos de formación vinculados a la agricultura o medidas que pongan en marcha la conservación del patrimonio cultural de la parroquia. Su objetivo último es llegar a contar con un Centro de Interpretación de Vilatuxe.