La edil de Medio Ambiente, Celia Alonso, visitó ayer el lugar de A Laxe, en la parroquia de Bendoiro, para comprobar los resultados de los trabajos de limpieza y drenaje que remató el Concello el pasado mes de septiembre en el riachuelo Mosqueiros. Alonso estuvo acompañada por la concejala de Igualdade, María Jesús Sánchez, el alcalde e barrio de Bendoiro y un técnico municipal.

Los cuatro pudieron comprobar cómo las obras evitan que las crecidas del caudal tras los temporales de inviernes provoquen inundaciones no solo en las viviendas de los vecinos, sino también en las fincas y en las pistas, algo que se producía desde hace tiempo y cada invierno cada vez que llovía con cierta intensidad. "En el gobierno estamos especialmente satisfechos con el resultado que está dando esta actuación, pues conseguimos resolver un gravísimo problema para los vecinos de A Laxe", explica la edil.

Los trabajos que se realizaron el año pasado para terminar de una vez por todas con las inundaciones consistieron en la limpieza manual de los márgenes del río, la roza de zarzas y la poda y apeo de los alisos que interferían en las obras de limpieza y ensanche. Además, se acometió la limpieza del fondo del lecho y la excavación de los márgenes, para ampliar aquél a los 4 metros de ancho y los 1,02 de altura, con una pendiente de 45 grados. Con estas intervenciones, se obtuvo una sección media de paso de agua de 5,12 metros cuadrados, en una longitud aproximada de 75 metros desde el puente del lugar hacia aguas abajo.

Alonso recalca que estas actuaciones están dando muy buen resultado, tanto después del paso de la borrasca Ana, en diciembre, como tras los aguaceros de las últimas semanas. La concejala reprocha que "los vecinos de A Laxe llevaban décadas sufriendo las consecuencias de los desbordamientos, sin que desde la administración local se les diese una solución, hasta que el actual gobierno local tomó las medidas necesaria para evitar un problema que cada invierno ocasionaba numerosos contratiempos a los habitantes del lugar".

"En A Laxe por fin se pasó un invierno durmiendo tranquilos, a pesar de escuchar la lluvia", concluye la edil. Alonso incide en que "el buen trabajo desarrollado por el gobierno evitó inundaciones, haciendo que el agua de drenaje de caminos y de la autopista ni siquiera llegase a la mitad de los tubos".