-La verdad es que el Premio Modesto R. Figueiredo me puso más contenta que con el vídeo. Me sorprendió mucho porque no contaba con él y porque no tengo nada que ver con el mundo de las letras. Tengo que reconocer que estuve ahí gracias a mucha gente que me ayuda cada día, como mi familia, también la gente que cada día me cuenta cuentos en mi trabajo, mi jefe, y también a mi profesor de gallego en el instituto. Y en especial a mi tía Paz, porque es un ejemplo para cualquiera.