Los cuatro juzgados que operan en los partidos de Lalín y A Estrada registraron durante el 2017 un total de 132 rupturas matrimoniales, según los datos que figuran en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), 10 más que lo certificados el año anterior. La cifra, es una de las más altas del último lustro, solo por encima de 2014, cuando se constataron 144 rupturas. Este dato de 2017 calca el número de los registros de 2012. En 2013 se certificó la cifra más baja de los últimos cinco años con 117, en 2015 fueron tan solo una menos que en el 2017, último dato conocido, y en 2016 se constataron 122. De esta manera, se rompe la tendencia de descenso al haber un incremento significativo. Estas rupturas suman separaciones y divorcios. Tanto consensuados como no consensuados, pues en la zona no se solicitan nulidades matrimoniales. Hay que destacar también el dato que se certificó en el año 2010, cuando, en plena crisis económica se habían tramitado 149 disoluciones de parejas en Deza y Tabeirós-Montes.

El CGPJ distingue entre divorcios y separaciones en las que hay consenso entre las partes de aquellos que no tienen acuerdo previo y que por tanto deben resolverse por un juicio contencioso. Comencemos por los divorcios. Durante el año pasado, se despacharon en total 72 casos consensuados, por los 57 del año anterior, y otros 55 en los que no había acuerdo entre las partes, cinco menos que en 2016. Dentro de los divorcios con consenso, 29 pertenecen al partido judicial de A Estrada, en el que por trimestres se despacharon 9 entre enero y marzo, 10 de abril a junio, otros 6 entre julio y septiembre y 4 de octubre a diciembre. Al contrario que en los 43 divorcios tramitados en los juzgados de Lalín, ya que se certificaron más en el último semestre: 9 se resolvieron entre enero y marzo, 6 entre abril y junio, mientras que los 28 restantes se reparten en los periodos comprendidos entre julio y septiembre (15) y el que va de octubre a diciembre (13).

Como un divorcio no consensuado suele conllevar un mayor gasto para los matrimonios que lo soliciten, tanto en la zona como a nivel general son menos habituales, por eso en las comarcas no han superado los consensuados, algo que no pasó en 2016. El año pasado se produjeron, como decimos, 55 divorcios sin acuerdo previo, distribuidos entre los 22 del partido judicial de A Estrada, que calcó el dato del año anterior, y los 33 de Lalín. En este apartado vuelven a ser irregulares las solicitudes entre unos trimestres y otros. En el caso de A Estrada, entre enero y marzo se despacharon 6 expedientes, que pasan a 4 al trimestre siguiente. Tras los 2 resueltos de julio a septiembre, la cifra asciende hasta los 10 en el último trimestre del año. Una situación similar en cuanto a irregularidad se da en Lalín, pero con mayores cifras: esos 33 divorcios sin acuerdo se reparten entre 11 para el primer trimestre del año y 7 para el segundo, dos menos fue en el periodo entre julio y septiembre y vuelve a aumentar con 10 para el de octubre a diciembre.

A modo de curiosidad, cabe señalar que la crisis había invertido la tendencia de las parejas a la hora de poner fin a su relación en los últimos años, y tras invertir la tendencia en el año 2016, en 2017 ha vuelto a la normalidad: en 2015 predominan de forma clara los divorcios consensuados, cinco años atrás la situación era la inversa, pues se resolvieron 64 divorcios de común acuerdo frente a otros 77 en los que no había consenso entre las dos partes. En 2016, como dijimos, los no consensuados eran superiores en 5 registros, sin embargo, el último dato que se conoce indica que los divorcios consensuados son casi una veintena más que los no consensuados.

En cuanto a las separaciones, solo se registraron 5, todas en A Estrada, 2 de ellas consensuadas y 3 sin consensuar.