Efectivos de la Guardia Civil de Forcarei citaron en la mañana de ayer en el acuartelamiento a un vecino de Maside (Ourense) de 51 años y que responde a las iniciales G.J.J. para tomarle declaración en calidad de investigado en relación con el hurto de cinco ventanas y una puerta de aluminio en el local social de Baladelo, propiedad de los vecinos de la parroquia forcaricense de Castrelo, denominado "O noso chabolo".

Tras prestar declaración en relación con este asunto -del que ya informó FARO el pasado 8 de febrero- el investigado como presunto autor del hurto de 5 ventanas y una puerta de aluminio del citado local social quedó en libertad a la espera de ser citado por el juzgado de guardia de A Estrada, al que la Benemérita remitirá las diligencias.

La identificación del ourensano ahora investigado responde a la investigación llevada a cabo por los efectivos de la Guardia Civil de Forcarei a raíz de la denuncia presentada por los propios vecinos. A estos les habría llamado entonces la atención la presencia de un hombre y de un vehículo por el entorno del local social. Tras escuchar ruidos habrían decidido acercarse a primera hora de la tarde del día en cuestión y fue entonces cuando se percataron de que la puerta de entrada había sido forzada. Esa no habían logrado arrancarla pero otra sí, al igual que cinco ventanas de diferente tamaño.

Según pudo saber esta Redacción, la colaboración ciudadana habría sido clave para que la investigación llevada a cabo por la Benemérita en estas semanas culminase con la citación como investigado del ourensano que ahora tendrá que comparecer en el juzgado.

Por otra parte, en la tarde del miércoles llamó especialmente la atención en A Estrada la presencia de un furgón de la Policía Nacional estacionado ante el desguace local. Fuentes de la Jefatura Superir de la Policía Nacional en A Coruña le restaron importancia a la presencia de sus efectivos en el desguace estradense, indicando que a priori se trataba de una inspección rutinaria. Por su parte, fuentes del desguace local indicaron que la Policía Nacional les llamó en la mañana del miércoles para preguntarles por un vehículo en concreto. Comprobaron que, efectivamente, estaba en sus instalaciones, tras ser entregado para darlo de baja a través de un taller a principios de enero. El citado taller -que les habría dicho que había sufrido un siniestro- habría ejercido de intermediario con el propietario. Al tener toda la documentación necesaria, el desguace local había realizado los trámites necesarios para darlo de baja. Ahora el coche en cuestión estaba pendiente de desguazar y ya le faltaban el motor y alguna rueda. Al recibir la llamada de la Policía Nacional, el personal del desguace -el primer sorprendido de lo ocurrido- se limitó a colaborar permitiendo que la Policía Nacional inspeccionase el vehículo. Una decena de efectivos participaron por la tarde en las tareas de inspección del turismo, durante aproximadamente hora y media. Según fuentes del desguace, no les dijeron el motivo. Solo que estuviesen tranquilos, que su presencia en A Estrada no tenía nada que ver con el recinto sino que solo querían inspeccionar el vehículo.