El vuelo Madrid-Manila fue realizado por la Patrulla Elcano, inicialmente compuesta por tres Breguet XIX, pilotados por los Capitanes Martínez Estévez, Loriga Taboada y González Gallarza. Salieron de Cuatro Vientos el 5 de abril de 1926. Sólo el avión pilotado por Gallarza acompañado por Loriga, logró aterrizar en Manila el 13 de mayo de 1926.
La Biblioteca Virtual del Ministerio de Defensa en Madrid posee un libro de cinco páginas con la partitura de un pasodoble español, dedicado a la hazaña de los capitanes Rafael Martínez Estévez, Eduardo González Gallarza y el lalinense Joaquín Loriga Taboada. Está impreso en cuatro páginas de doble hoja, con una portada y una contraportada. La portada presenta un dibujo alegórico a la salida de España del Raid Madrid-Manila, donde aparecen los tres Breguet Bre-XIX, sobre la figura de tres matronas con los colores nacionales. El dibujo no está firmado.
La primera página del libro contiene el pasodoble Paris Paris!! Revista en dos actos, Porcelanas Animadas, Tiempo de Gavota. Letra de E. Gómez de Miguel y Amichatis. Música de J. Aulí. Dispone de sello del editor, numerado, a pie de la primera página (nº 000124). Las siguientes páginas contienen el pasodoble de la portada, De Madrid a Manila, la música es del maestro Matías Rogel. Las cuatro páginas están numeradas con la cifra 4910. La contraportada presenta una viñeta alusiva a la distribución del editor.
La citada Biblioteca Virtual del Ministerio de Defensa guarda también un banderín que llevaba sujeto uno de los montantes del sesquiplano Breguet Bre-XIX, pilotado por el Capitán Joaquín Loriga Taboada, en el Raid Madrid-Manila. La Escuadrilla Elcano se compuso de tres aviones Breguet XIX, bautizados como Legazpi, Magallanes y Elcano, pilotados por los capitanes Rafael Martínez Estévez, Eduardo González Gallarza y Joaquín Loriga Taboada, con sus respectivos mecánicos, los cabos Pedro Mariano Calvo y Joaquín Arozamena y el sargento Eugenio Pérez Sánchez. Despegaron de Cuatro Vientos el 5 de abril de 1926 hacia Oriente, buscando su destino en las añoradas Islas Filipinas, desafiando los inmensos peligros de las zonas desérticas que habrían de sobrevolar; prueba de ello fue que tan sólo uno de los aviones arribó a Manila, el 13 de mayo de ese año, con los capitanes Gallarza y Loriga a sus mandos, tras recorrer 17.100 km. en 106 horas y 15 minutos.
