La tala de árboles centenarios efectuada el fin de semana en el atrio de la iglesia de la parroquia estradense de Callobre ha suscitado división vecinal. Parte de los vecinos se muestran indignados con lo que consideran "un estropicio" y "un destrozo indiscriminado", que no solo se llevó por delante a muchos algarrobos que había en el entorno del templo parroquial sino también, y sobre todo, a frondosas centenarias muy valoradas y vinculadas a la vida de la parroquia. Por su parte, fuentes de parte de la directiva de la Asociación de Veciños de Callobre -impulsora de la tala- aseguraron que la corta se debió a que los árboles "estaban malos" y subrayaron que, para ello, se obtuvo de mantemano el oportuno permiso del Arzobispado de Santiago de Compostela.
Esas fuentes de la directiva del colectivo vecinal -que prefirieron que no trascendiera su identidad- declinaron realizar más declaraciones al respecto. Pero, según pudo saber FARO, hasta en el seno de la propia directiva de la Asociación de Veciños de Callobre podría haber malestar por una tala de la que al menos parte de sus integrantes no sabrían nada hasta verla ejecutada.
Asimismo, FARO intentó en la tarde de ayer sin éxito contactar con el párroco y con la Iglesia para contrastar la existencia del citado permiso de corta por parte del Arzobispado compostelano pero los intentos de esta Redacción al respecto fueron infructuosos.
En cuanto a los vecinos de Callobre "indignados" con la tala de árboles centenarios, todavía no pueden dar crédito a lo sucedido. Muchos lo descubrieron el domingo, al asistir a un entierro. Afirman haberse encontrado un terreno desangelado donde antes había castaños centenarios, cuyo fruto degustaron tantas veces de niños las sucesivas generaciones de vecinos de Callobre, y un gran roble, que "tan buena sombra daba".
Consideran que las fiestas patronales ya nunca volverán a ser lo mismo porque hasta la banda de música tocaba a la sombra de esos castaños y estos también protegían de los rayos del sol al público que acudía a presenciar la actuación. Agregan que, además, esos castaños eran parte viva de sus mejores recuerdos de la infancia. Así, indican que hace décadas el cura de la parroquia "vareaba" sus ramas para que los niños pudiesen recoger y degustar sus exquisitas castañas.
Muy molestos con la tala, disconformes con la medida reclamaron en la tarde de ayer la presencia de un agente forestal en la zona. Pero este -que no vio los árboles dañados sino que estimó que, aparentemente, los troncos estaban sanos- les informó de que no es competencia forestal ya que, al tratarse de un núcleo de población y de una zona afectada por Patrimonio, los artífices de la corta deberían haberle solicitado autorización al Concello además de pedirle un informe preceptivo y vinculante a Patrimonio dado que los árboles talados se encuentran en el radio de afección de los 200 metros a la redonda del templo parroquial de Callobre.
"Si tenemos que decir amén, lo diremos, pero al menos queremos saber por qué y quién es el responsable de este estropicio. Y saber si tienen los permisos", apuntan. "Somos muchos los que estamos sufriendo por esta causa", aseguraron fuentes vecinales, acordándose del antiguo párroco, "don Jesús": "menos mal que no vio esta aberración". Estiman que se pudo sanear los árboles -cortando alguna rama si estaba seca para que cicatrizase- sin talarlos "por el pie" efectuando lo que reiteran que es un "destrozo indiscriminado".
