El gobierno lalinense tacha de "absolutamente miserables" las acusaciones del "concejal tránsfuga" en las que habla de presuntos casos de enchufismo en el Concello y le pide que deje de lado su "cobardía política" y tenga el valor de dar nombres y apellidos, "si es que su miedo a sumar alguna denuncia más a su ya extenso historial de querellas se lo permite". El cuatripartito se refiere a las insinuaciones vertidas por Cruz en el último pleno y, en concreto, a un comentario que difundió el domingo: "Llama la atención el alto porcentaje de familiares, amigos y abanicadores del desgobierno que han conseguido un contrato en el Concello, ¿o no? ¿Qué pensará de esto un histórico del PSOE de Lalín como Cristóbal Fernández?".

Al ejecutivo ya no le sorprenden "los continuos disparates" de un edil que "viene mostrando día a día que no tiene ningún tipo de límites" y que es capaz de "arremeter repugnantemente contra todo sin un mínimo de dignidad y ética, con tal de crear confusión y tratar de crear una opinión pública desfavorable al gobierno". Por eso, insiste en que debe esclarecer de inmediato "sus asquerosas insinuaciones sobre unas irregularidades que no existen y asumir sus responsabilidades".

El gobierno se autodefine como "el más transparente de la historia de Lalín" y alega que "las épocas en las que presuntamente existían ciudadanos de primera y de segunda a la hora de acceder a un puesto de trabajo en el Concello están, por suerte, superadas". Sostiene que todas las contrataciones, incluidas las del personal de confianza, "siguieron estrictamente los cauces legales" y se desarrollaron "con luz y taquígrafos". Y entiende las insinuaciones de Cruz como "un nuevo intento de provocación".