-Al margen de la obtención de aceite para uso cosmético y de su función maderera y ornamental, la camelia puede producir también té. ¿Qué proyectos tiene la estación de Areeiro en este campo?

-El hecho de obtener uno u otro tipo de té depende, sobre todo, del punto de filtración, así que podríamos conseguir un té de Cangas, de Vigo o de la zona del Umia. El té permite miles de posibilidades con una única planta, porque variará según la época de recogida o el tiempo de fermentación. Nuestra idea es colaborar en la consecución de un té por comarcas, por así decirlo, como un té especial para cada zona. Hay una empresa coruñesa, Orballo, de A Coruña, que ya tiene plantaciones con semillas de O Areeiro y que ya ha organizado catas, del mismo modo que la marca ACMelia ofrece una línea muy interesante de cosméticos de aceite de camelia.

-Ya para terminar, la Sociedad Española de la Camelia se creó en 2002 y cuenta ya con 400 socios en todo el Estado. ¿Cuál es la relevancia de Galicia en el colectivo?

-La verdad es que el grueso de la asociación se encuentra en tierras gallegas. La asociación tiene como meta promocionar y divulgar las exposiciones y jardines. Se trata de seguir las palabras de Álvaro Cunqueiro, que definía las camelias como las pequeñas lucecitas de los jardines en invierno.