El servicio de urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) se encuentra "una vez más en una situación de cronicidad por la saturación de pacientes, camas y familiares en los pasillos", denuncia el sindicato CIG-Saúde. Esta "imagen habitual año tras año" conlleva una "sobrecarga de trabajo" para los profesionales, que se quejan de las "condiciones y la presión" con las que tienen que desarrollar su labor, si bien los enfermos son "los principales damnificados en términos de dignidad y salud".

La llegada del invierno y las enfermedades propias de esta época, junto con las necesidades de los pacientes crónicos y una "atención primaria infravalorada", explican la saturación de urgencias. En la mayoría de los centros de atención primaria, sostiene la CIG, no se cubren los permisos del personal ni las bajas, lo que conlleva a forzar citas a mayores y a reducir la calidad asistencial y el tiempo. Casos de 17 citas a mayores de las programadas en algún centro o cerrar el servicio de Radiología de Lalín por las tardes hace que muchos enfermos acaben acudiendo directamente a urgencias del Hospital Clínico.