La Central Agropecuaria de Galicia Abanca, que ayer celebró la última sesión del año, sigue creciendo tanto en la asistencia de animales a sus subastas de ganado bovino como en las transacciones económicas resultantes. Así, en este 2017 registró un incremento de un 11,9% en su facturación y de un 6,4% en la concurrencia de reses.

La Central recibió 46.926 animales, 2.855 más que en 2016. Estas reses proceden en su inmensa mayoría de las provincias gallegas, si bien también se registran algunas reses de comunidades limítrofes.

Por categorías, los terneros de recría fueron los que registraron el mayor incremento de ejemplares, con un 9,9% más, pasando de 27.306 en 2016 a 30.025 en 2017. Este crecimiento se debe a la estabilidad registrada en los precios de los frisones, producida en gran medida por una mayor asistencia de operadores debido a la apertura de mercados en el Magreb, a donde se envían grandes cantidades de animales desde puertos como Tarragona y Cartagena. Una demanda de animales españoles que comenzó por el cierre del mercado francés debido a problemas sanitarios y que ahora sigue manteniéndose y suponiendo un envío importante de animal vivo para acabar de cebar allí.

El vacuno mayor es la única categorías que no aumenta en asistencia, si bien tampoco cuenta con un descenso significativo (0,9%), al pasar de 12.401 animales a 12.298. Una leve bajada que se debe al estricto control sanitario que se está llevando a cabo en la Central y que disuade a algunos ganaderos a la hora llevar determinados animales. El objetivo es eliminar reses en malas condiciones y aumentar así la calidad, lo que tiene su reflejo en el aumento de las transacciones de esta categoría en un 11,1%, a pesar de bajar el número de ejemplares.

Ocho corralas más

Por su parte, la categoría de terneros carniceros contó con un 5,6% más de animales, pasando de 4.364 a 4.612. Esta subida obedece a que los ganaderos ven cada vez más el mercado como un lugar idóneo para mejorar los precios del ganado, pero también porque sigue aumentando la asistencia de animales criados en extensivo. Si el año pasado se habían instalado cuatro corralas para acoger estos ejemplares de difícil manejo, este año se añadieron otras ocho que hacen que los transportistas hayan pasado de no querer llevar animales de este tipo a no importarles, ya que ahora se trasladan de forma sencilla, directamente desde el camión con una manga hasta la corrala. La idea es seguir en esta línea, aumentando estas zonas.

En cuanto a la facturación de las subastas de bovino, creció en todas las categorías y alcanzó los 19.189.985 euros, es decir, casi un 12% más que en 2016; en concreto, fueron 2.047.383 euros.

La subida en terneros de recría fue significativa, al sobrepasar los 6,3 millones de euros, lo que supone un incremento del 13,9%. Este crecimiento viene motivado tanto por una mayor asistencia como por la estabilidad de precios, esencialmente del frisón, con una media al alza del 9% (de 106 euros por unidad a 115), debido a tres factores: la demanda del Magreb, la mayor conciencia de los ganaderos para presentar animales con mejor conformación y la mejor calidad de los ejemplares por el control sanitario que ejercen los servicios veterinarios de la Central. En cuanto al precio medio de los terneros de cruces (de 299 a 295 euros, 1,4% menos) y rubios (de 400 a 383, un 4,2% menos), el descenso se atenúa respecto al anterior ejercicio, si bien los motivos son los mismos: la inestable demanda del mercado con la que cuentan los cebaderos para estos animales, lo que hace que los productores deban regularizar los precios a la baja para cubrir costes de producción.

Las transacciones de vacuno mayor pasaron de 8,67 millones a 9,64, a pesar de resentirse la afluencia. Este incremento se debe a la mayor calidad de los animales, por los estrictos controles sanitarios. Aumenta un 12,5% la cotización media del vacuno mayor en su conjunto (de 745 a 838 euros), incluso la de las reses de desecho, que subieron un 6,5% (de 422 a 450 euros). También se revalorizaron la segunda categoría (un 1,4%, de 707 a 718 euros) y la primera (0,3%, de 1.079 a 1.082), mientras que la extra ganó un euro y quedó en 1.796.

Respeto a los terneros carniceros, su facturación aumentó un 10,3% (de 2,89 a 3,19 millones), en parte por el aumento de la cotización, cifrado en un 5,8%, al pasar de 732 a 775 euros. El incremento de precios se dio en los cruces (de 742 a 771 euros) y en los rubios (de 797 a 842); destaca en estos últimos debido a que hay cada vez más animales con sello de calidad Ternera Suprema de Ternera Gallega, ante su demanda por parte de los carniceros. Por el contrario, el frisón cayó un 9,5% (de 479 a 434) por ser esencialmente de recría y tener poco atractivo para los carniceros.