El Consello da Xunta dio luz verde en la pasada jornada a la autorización de las expropiaciones necesarias para acometer la primera fase de la prolongación de la autovía AG-59 -Santiago de Compostela-A Estrada- desde su actual punto de finalización, en A Ramallosa hasta Pontevea, en el vecino municipio de Teo. Y es que en su sesión de ayer el Consello da Xunta aprobó el decreto en virtud del cual se declara la utilidad pública y se dispone la urgente ocupación de los bienes y derechos afectados por el proyecto de continuación de la citada autovía AG-59 -que actualmente se inicia en Santiago de Compostela y concluye en A Ramallosa- hasta la intersección de ese nuevo tramo de la autovía con la carretera AC-241 -que une Ponte Ulla con Pontevea- precisamente en la vecina localidad de Pontevea, en el término municipal de Teo.

De este modo, se cumplen las previsiones anunciadas el pasado mes de septiembre por la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, en su visita al colegio Villar Paramá, cuando ya avanzó que la Axencia Galega de Infraestruturas estaba ultimando la tramitación administrativa previa al inicio del proceso expropiatorio bajo la pretensión de que el trámite expropiatorio del primero de los tres subtramos en los que se subdividió el tramo de autovía A Ramallosa-A Estrada pudiera iniciarse antes de que concluyese el presente año 2017.

Efectivamente, el decreto de utilidad pública aprobado ayer contempla la expropiación de las 562 fincas precisas para efectuar la prolongación de la autovía. Son parcelas emplazadas en los municipios de Teo y A Estrada. La mayoría de ellas -un total de 490 predios- se corresponde con los bienes afectados por el proyecto constructivo del primer subtramo de prolongación de la autovía hasta A Estrada y las 72 restantes ya están vinculadas a la ejecución de un segundo trecho de la nueva infraestructura.

Se hace así porque para estima que para construir el nuevo tramo necesitará aportar material mientras que para la construcción del segundo habrá material excedente. Considera, por tanto, que incluyendo en el proyecto constructivo de la primera fase la expropiación de parte de los terrenos que se verán afectados por las obras del segundo subtramo se logrará una mejor compensación de tierras.

Desde la administración autonómica se precisó que en esa primera fase de continuación de la autovía se proyecta la ejecución de un trecho de tres kilómetros de longitud aproximada, comprendidos entre el punto en el que actualmente concluye la AG-59 en A TRamallosa y el citado entronque con la AC-241 (Ponte Ulla-Pontevea) en Teo. Se trata de un tramo que ofrecerá una alternativa a la carretera AC-841 -Santiago-A Estrada-, que discurre hoy por los núcleos de Chao de Río, Ferreiriño y Pontevea. Desde la administración autonómica se entiende que "la nueva infraestructura permitirá reducir de modo signifiticativo el tráfico que circula por estas travesías". El propio presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo subrayó que este nuevo tramo permitirá seguir aligerando el tráfico del vial A Estrada-Santiago, que discurre paralelo a la autovía entre Santiago y Pontevea. La intención de la Xunta al acometer la prolongación de la autovía es "aumentar notablemente la capacidad del itinerario entre A Ramallosa y A Estrada, mejorar la seguridad vial y facilitar la comunicación entre Santiago y la comarca de Tabeirós-Terra de Montes", según fuentes autonómicas.