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La sangría demográfica en Deza y Tabeirós

Dozón y Agolada son los concellos gallegos que más vecinos perdieron en los últimos 20 años

Ninguno recortó tantos habitantes en términos porcentuales -La localidad castrense cedió el 56% de su censo y la agoladense, el 49 -Rodeiro es el décimo territorio más afectado -En las comarcas hay 13.497 residentes menos

Comida de mayores en Pena de Francia, en Dozón, este verano. // Bernabé/Luismy

El trasvase de población desde el interior de Galicia a su franja atlántica de los últimos años se pone de manifiesto con la sangría demográfica, sobre todo, de las provincias de Lugo y Ourense. Los territorios del interior son los más afectados por este fenómeno, que también se produce en Deza y Tabeirós-Montes, las dos comarcas del norte e interior de la provincia de Pontevedra. Además de que algunos de sus concellos como Cerdedo o Dozón destacan en la provincia como los que tienen la población más envejecida, la capital castrense y Agolada son los municipios gallegos que más vecinos perdieron durante las últimas dos décadas. Ningún concello de Galicia cedió, en términos porcentuales, tantos habitantes como estos dos dezanos.

Los territorios de las montañas lucenses y ourensanas son los que muestran una mayor sangría demográfica en un contexto temporal más extenso, pero si nos ceñimos al período comprendido entre 1996 y 2016, Dozón y Agolada encabezan un ranking en el que Rodeiro aparece en la décima posición como el municipio que más residentes perdió. La localidad dezana más pequeña en población es también la más damnificada dentro de los más de 300 que hay en Galicia. En este período, Dozón, vio como su padrón municipal se reducía exactamente en un 56,3%, pasando de 2.538 vecinos a los 1.107 que figuran en el último registro oficial. En Agolada, sus 2.408 residentes que desaparecieron de su registro municipal suponen una caída del casi el 49%; es decir, la mitad de la población que tenía dos décadas atrás. Los ourensanos de San Xoán de Río, Chandrexa de Queixa, Muras (Lugo), Arbo (Pontevedra), Navia de Suarna (Lugo), O Covelo (Pontevedra) y el ourensano de Montederramo son los siguientes más damnificados, justo antes de Rodeiro, que perdió un 42% de vecinos en este período, pasando de 4.578 a 2.644.

En el extremo opuesto, es decir, los que ganan población, están Ames (+129%), Barbadás (103), Oroso (63), Cambre (61) o Culleredo, que incrementó su padrón un 60 por ciento.

¿Qué ocurre en el resto de los concellos de las comarcas? Ninguno de los nueve fue capaz de incrementar su padrón municipal en las últimas dos décadas, pero los de mayor dimensión sí han al menos atenuado esta caída poblacional. Con todo, Deza y Tabeirós-Montes suma ahora 66.764 residentes, muy lejos de los 80.261 que tenía en 1996. Los casi 13.500 vecinos perdidos en este período equivalen casi a toda la población de Silleda y Vila de Cruces juntos.

Una vez que los tres concellos menores de Deza entran dentro de los gallegos más afectados por la regresión de habitantes, en los demás la incidencia es menos acusada. Sí destaca Vila de Cruces, donde su padrón se recortó en casi un tercio, pasando de 7.624 vecinos a solo 5.435. Silleda redujo su censo un 8,3% y mantiene 8.734 de los 9.527 empadronados de hace dos décadas. Lalín, con 471 habitantes menos, es sin embargo el municipio de la zona que mejor resiste a la caída demográfica al partir con unos registros de 20.515 vecinos y mantener ahora 20.044.

La población en A Estrada se redujo un 7% al ceder 1.601 empadronados y sumar ahora 20.891. Los 1.680 ciudadanos que perdió Forcarei suponen casi el 32% de los que tenía hace veinte años. En Cerdedo la caída fue del 36% o 990 vecinos menos de los 2.771 que alcanzaba su padrón municipal.

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