El Consello da Xunta acaba de autorizar las expropiaciones necesarias para acometer la primera fase de la prolongación de la autovía AG-59 -Santiago de Compostela-A Estrada- desde su actual punto de finalización, en A Ramallosa hasta Pontevea, en el vecino municipio de Teo. En concreto, acaba de darle luz verde a la expropiación de 562 fincas de Teo y A Estrada precisas para acometer ese primer subtramo de los tres que se precisan para completar la autovía hasta el término municipal de A Estrada.

El Consello da Xunta da así un nuevo paso hacia la concreción de esa infraestructura, aprobando el decreto en virtud del cual se declara la utilidad pública y se dispone la urgente ocupación de los bienes y derechos afectados por el proyecto de continuación de la citada autovía AG-59 -que actualmente se inicia en Santiago de Compostela y concluye en A Ramallosa- hasta la intersección de ese nuevo tramo de la autovía con la carretera AC-241 -que une Ponte Ulla con Pontevea- precisamente en la vecina localidad de Pontevea, en el término municipal de Teo. Se hace así porque se estima que para construir el nuevo tramo necesitará aportar material mientras que para la construcción del segundo habrá material excedente. Considera, por tanto, que incluyendo en el proyecto constructivo de la primera fase la expropiación de parte de los terrenos que se verán afectados por las obras del segundo subtramo se logrará una mejor compensación de tierras.

El proyecto contempla la construcción de un viaducto y de cuatro pasos inferiores además de enlaces con A Ramallosa y la AC-241 en Pontevea. La inversión se cifrará en más de 24 millones de euros más los dos millones precisos para expropiaciones.

Desde la administración autonómica se precisó que en esa primera fase de continuación de la autovía se proyecta la ejecución de un trecho de tres kilómetros de longitud aproximada, comprendidos entre el punto en el que actualmente concluye la AG-59 en A Ramallosa y el citado entronque con la AC-241 (Ponte Ulla-Pontevea) en Teo. Se trata de un tramo que ofrecerá una alternativa a la carretera AC-841 -Santiago-A Estrada-, que discurre en la actualidad por los núcleos de Chao de Río, Ferreiriño y Pontevea.

Desde la Xunta se entiende que "la nueva infraestructura permitirá reducir de modo signifiticativo el tráfico que circula por estas travesías". El propio presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo subrayó que este nuevo tramo permitirá seguir aligerando el tráfico del vial A Estrada-Santiago, que discurre paralelo a la autovía entre Santiago y Pontevea. La intención del Ejecutivo gallego al acometer la prolongación de la autovía es "aumentar notablemente la capacidad del itinerario entre A Ramallosa y A Estrada, mejorar la seguridad vial y facilitar la comunicación entre Santiago y la comarca de Tabeirós-Terra de Montes", según fuentes autonómicas.