Es la calle del paseo. Su recorrido es telón de fondo para quienes caminan de la mano inmersos en su amor o pista de carreras para unos padres que persiguen a su pequeño mientras estrena bicicleta. Es la calle del bullicio, del ajetreo de la vida diaria; del viaje con escalas frente a los escaparates o pasarela para los grandes acontecimientos, bien sea la llegada de los Reyes Magos, la procesión en honor a San Pelayo o los pasos de Semana Santa. La calle Calvo Sotelo es la principal arteria comercial y de servicios de la capital estradense pero también uno de los enclaves urbanos que más identifica a la villa y a quienes en ella habitan.

Si no es la mayor del callejero estradense -por longitud se impone la avenida Benito Vigo- pocos vecinos dudarían en referirse a ella como la principal. Objeto de la transformación urbanística de la capital de Tabeirós, en los últimos años el debate en torno a su peatonalización se ha repetido una y mil veces. No está claro si Calvo Sotelo estará algún día por completo cerrada al tráfico -como ya se puso sobre la mesa en varias ocasiones- pero sí parece estar decidido que esta Navidad, a petición del sector comercial, volverá a ser más "humana".

La Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE) confirmó hace unos días su intención de volver a solicitar al Concello que por espacio de ocho días -22, 23, 24, 29, 30 y 31 de diciembre y el 4 y 5 de enero- la arteria que conforman Calvo Sotelo y Ulla (están perfectamente alineadas) sea peatonal.

La imagen de esta calle ha mudado mucho con el tiempo, sin perder nunca de vista el protagonismo de la vía que es toda una referencia para el día a día en A Estrada.

Popularmente denominada "principal" y oficialmente Calvo Sotelo, su nombre todavía genera cierta molestia entre quienes defienden que el callejero estradense debería modificarse. Tomando como referencia documental el libro Callejero Histórico de la Villa de A Estrada, de Olimpio Arca Caldas, esta calle lleva este nombre después de que, en plena Guerra Civil, Franco ordenase bautizar calles, avenidas o plazas con el nombre de José Calvo Sotelo, quien había sido ministro en el gobierno de Primo de Rivera.

Previamente, después de ser conocida como Calle Principal por los estradenses, esta céntrica vía se denominó Marqués de Riestra, después de que en 1895 la corporación municipal -recogió Arca Caldas en su libro- acordase declarar Hijo Predilecto al Marqués de Riestra.

Corría la década de los 20. A Estrada experimenta un gran avance urbanístico. Uno de los exponentes en este cambio será el vecino de Nigoi Manuel Porto Verdura, emigrante en Cuba que fraguó una importante fortuna y que invirtió parte de su capital en la construcción de algunos edificios que todavía hoy continúan siendo emblema de la villa. Recogió Arca Caldas en su obra que, en reconocimiento a la labor de el "Escobeiro" -sobrenombre respetuoso de Porto Verdura- en 1931 la corporación acuerda cambiar la denominación de Marqués de Riestra por Manuel Porto Verdura.

Desde 1937 esta calle asumiría el nombre de Calvo Sotelo, que todavía hoy conserva, no sin cierta controversia. Este no es su único debate. La principal del callejero local despierta defensores y detractores de un proceso de peatonalización total. En todo caso, a comienzos de la década pasada dio los primeros pasos para que el peatón se impusiese al tránsito rodado, expandiéndose las aceras y limitándose la circulación a un único carril y un único sentido.

Su nombre. Su tráfico. Es la calle del paseo pero también la del debate. Como calle del comercio y los servicios que fue, es y será, se reserva el privilegio de probar cómo le quedan los cambios.