El sindicato Unións Agrarias denunció ayer que las explotaciones agroganaderas a las que les ardió todo el alimento para su ganado solo recibirán 3.000 euros para los próximos dos años. "¿Qué explotación de 30 ó 40 vacas puede con 3.000 euros alimentar a sus animales durante dos años?", se preguntó Roberto García, secretario general de UUAA. La formación sindical ofreció una rueda de prensa en Pontevedra para anunciar la manifestación que tendrá lugar mañana sábado en Santiago contra el abandono del rural y la "falta de soluciones" de la Xunta para combatir la sequía, los incendios y la desertización demográfica del rural en la provincia de Pontevedra. La marcha partirá a las 11.30 horas de la Alameda compostelana y rematará ante la Xunta.

"No solo se les van a dar solo 3.000 euros para comprar forraje, sino que se les van a declarar culpables preventivos de los fuegos en sus propiedades para que no puedan utilizar esos prados durante los dos próximos años y no poder cobrar ayudas de la PAC porque ese terreno quemado no se puede incluir dentro de la declaración de superficie", explicó García.

Según el sindicato, actualmente en la provincia de Pontevedra existen cerca de 5.000 explotaciones agroganaderas, 40.000 en toda Galicia, muchas de las cuales corren peligro debido a las consecuencias de los incendios. "Peligran porque el alimento del ganado del que disponían hasta el mes de abril se está consumiendo ya ahora".

"El abandono del rural es el que está provocando esta situación. La lucha contra ese abandono pasa inevitablemente por facilitar que haya agricultores y ganaderos que cuenten con cortafuegos naturales, por lo que es necesario acabar con la política de farsa de anuncios de ayudas que es imposible que se puedan cobrar", recalcó su secretario general.

Unións Agrarias considera que el gobierno autonómico no está trabajando en la línea adecuada para frenar la que ya es la "sequía más importante de este siglo, del XX y del XIX", en palabras de Román Santalla, secretario general comarcal del sindicato en Deza. "Tenemos una Xunta que no se dedica a hacer, sino a mentir. No hay nada, ni siquiera créditos por la sequía, como ya hay en otras comunidades autónomas, para garantizar que los ganaderos le puedan dar alimento a sus animales", informó.

Por otra parte, la formación denunció la proliferación de plantaciones "ilegales" de eucalipto en toda la comunidad autónoma en superficie agraria útil, "cerca de 5.000 en Pontevedra", según Santalla. "Llama poderosamente la atención que teniendo medios técnicos que se utilizan para recortar ayudas de Bruselas a muchos ganaderos a través de fotografías aéreas no se utilicen para perseguir a ese tipo de plantaciones ilegales y se exija que sea el vecino el que tenga que denunciar", se lamentó Roberto García.

"Las últimas circunstancias de la oleada de incendios que vivimos creó una especial sensibilización tanto en la opinión pública como en las ciudades porque por primera vez lo que estaba en juego no eran solo los prados y montes de los agricultores, las aldeas del rural, sino que se vieron amenazadas las propias ciudades y el modo de vida con circunstancias tan dramáticas como el fallecimiento de personas", apostilló.

Para Unións Agrarias, el problema no es debatir cuánto hay que gastar en las brigadas para los incendios, sino "ante algo más profundo: las consecuencias del abandono del rural". "Las políticas contra incendios, de brigadas, tienen sentido cuando los fuegos son gestionables con equipos de extinción. Cuando un territorio está gestionado por el abandono y se permite que la maleza creciese a lo largo y a lo ancho, se termina convirtiendo en un fuego ingestionable, y las brigadas bastante tienen con evitar que les lleve a ellos por delante", opinó el secretario general del sindicato.

Por ello, insistió, los incendios solo son gestionables y atacables cuando existen cortafuegos naturales, "con prados, carreteras limpias y situaciones que posibilitan atacar esos fuegos". "Se han gastado más de 2.000 millones de euros desde la época Fraga para seguir teniendo el mismo número de incendios y con unas hectáreas quemadas dependientes de la climatología de ese año, porque nunca se atacó el verdadero problema", resumió.