El Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha implantado la unidad multidisciplinar de pie diabético, un camino que comenzó hace unos meses con el objetivo de que el próximo año 2018 se puedan reducir a la mitad las amputaciones derivadas de esta enfermedad. La puesta de largo de esta unidad ya se había realizado en meses pasados en Barcelona pero, ayer, coincidiendo con el Día Mundial de la Diabetes, se dio a conocer su "relevancia", pues la mínima rozadura de un zapato en un enfermo de diabetes puede acabar en úlcera y amputación.

40 de las 75 amputaciones que se realizaron el año pasado en el Hospital Clínico tuvieron que ver con la diabetes. El objetivo, como han explicado la gerente, Eloína Núñez, y los expertos facultativos, es reducir el 50% de estas actuaciones con prevención. En la presentación de la unidad estuvieron, junto a Núñez, el jefe de Servicio de Endocrinología, Felipe Casanueva; el de Angiología y Cirugía Vascular, Manuel Martínez; y personal de la unidad, como la endocrina Virginia Muñoz, la podóloga Lucía Aradas y la enfermera Cristina Gude Basoco. Se trata de la primera unidad multidisciplinar completa que se crea en Galicia, con dotación tecnológica específica y que abarca todo el personal necesario para ofrecer una atención integral.

"Se trata de reducir al máximo o eliminar las complicaciones por el pie diabético", manifiesta el doctor Casanueva, quien advierte de que una complicación puede suponer que "lo que era una simple rozadura, lleve a una amputación". Por ello, esta unidad realiza trabajos como enseñar a cortarse las uñas para evitar que se claven en un pie, ya que los enfermos con esta dolencia pierden sensibilidad en estas extremidades y son más propensos a herirse sin saberlo. Además del "problema" para el paciente, el doctor Martínez se fija en el coste sanitario que supone una complicación por el pie diabético (PD), "cuando se puede prevenir".

El 12% de la población es diabética y, aproximadamente, la mitad no conoce su enfermedad. Actualmente, los profesionales del CHUS siguen a 762 pacientes con diabetes, mientras que el pasado año se diagnosticaron 88 nuevos casos. El cuidado de pie diabético consume el 12-15% de los recursos destinados a esta dolencia y el perfil del enfermo es un paciente con Diabetes mellitius tipo 2 de más de 10 años de evolución, hombre, de más de 55 años e insulino-dependiente.

Procedimiento de derivación

El servicio de endocrinología y nutrición incorpora en sus protocolos un modelo de intervención rápida sobre el pie diabético para llevar a cabo una detección precoz de los pacientes de riesgo. Establece una exploración específica para el cribado de los diabéticos a fin de abordar los aspectos propios de la patología. La educadora en diabetes realizará la formación básica del cuidado del PD y la detección de la arteriopatía con la aplicación del índice codo/brazo a quienes lo precisen. Asimismo, se configura una relación transversal directa para la atención de pacientes derivados de angiología y vascular, que tienen vía preferente. Cuando llegan con complicaciones derivadas del pie diabético, como amputaciones o úlceras complejas, el objetivo es la conservación de los miembros inferiores en la máxima integridad para evitar la pérdida del miembro contralateral y mejorar la calidad de vida del paciente y preservar su independencia. El paciente será atendido en primera consulta podológica especializada en un plazo de siete a diez días, con medios informatizados para su seguimiento y control.