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Iris González Taboada: "En la ingeniería civil debe primar la ética y la moral de ser útil sobre el endiosamiento"

"Merece la pena estudiar esta carrera porque adquirimos capacidades para poder trabajar en cualquier ámbito"

La ingeniera Iris González Taboada posa junto al viaducto del TAV situado en la parroquia lalinense de Botos. // Bernabé/Javier Lalín

Acaba de obtener el premio de la Real Academia de Doctores de España por su tesis sobre un tipo específico de hormigón, una temática de la carrera que le apasiona. La lalinense Iris González Taboada es el orgullo de su familia y uno de los licenciados más sobresalientes de la prestigiosa escuela coruñesa después de iniciar sus estudios en el Manuel Rivero y el IES Laxeiro.

-¿En qué consistió su tesis doctoral dirigida por la profesora Belén Fontecoba, ahora premiada?

-Mi tesis estudia un nuevo material de construcción, que es el hormigón autocompactante reciclado. Dentro de ese estudio, se focaliza en el comportamiento en estado fresco, que es el comportamiento del material cuando se va a colocar y todavía no ha endurecido. Para llevar a cabo ese estudio utilizamos una herramienta que es la reología. En cuanto al material, tengo que decir que es nuevo y pensamos que es el hormigón de futuro porque combina dos aspectos. Por un lado, la terminología del reciclado, que creo que todos los ingenieros civiles y constructores en un futuro tendrán que tener en cuenta. Y por otro lado, cada vez las estructuras que tratamos de proyectar y construir son más complejas, y por lo tanto se trabaja con hormigones muy fluidos, que son los que denominamos autocompactantes. Además, el concepto de la reología no se utiliza demasiado para caracterizar el hormigón en obra. La reología es la ciencia que estudia las características de los fluidos y la deformación de los materiales.

-¿Cuándo nació su vocación de ingeniera de Caminos?

-No tengo antecedentes familiares ni tampoco de compañeros o amigos. Yo había estudiado el Bachillerato Tecnológico porque era y soy una apasionada de los números. Me encantan las matemáticas y una de las opciones que barajé cuando hice la selectividad fue la carrera de Matemáticas. Al mismo tiempo, me llamaba la atención las ingenierías y me decidí por Caminos. La carrera es dura y requiere que uno mismo tenga capacidad de esfuerzo y de trabajo, pero a veces todo eso se suple, como es mi caso, con la ilusión y ver que te gusta lo que estudias. Tengo que reconocer que estoy muy contenta de haber estudiado esta carrera y de hacerlo en A Coruña. Creo que merece la pena estudiar esta ingeniería, y no lo digo por construir puentes o puertos, sino porque adquirimos unas capacidades que nos ayudan a poder trabar casi en cualquier ámbito laboral posible.

-¿Caminos, canales o puertos? ¿Que vertiente le gusta más?

-Realmente a mi me ha gustado todo en la carrera. Quizá suene muy gallego, pero no me decanto por ninguna de las ramas. Me gusta todo lo de la ingeniería civil.

-¿Es difícil evitar el endiosamiento cuando se trabaja proyectando y realizando megaestructuras como las que diseñan ustedes?

-Yo estuve más ligada a la investigación en estos últimos años, pero de todas formas no pienso en que el sentimiento sea el de creerse un dios. Lo que uno siente es más la responsabilidad que tienes con la sociedad. La ingeniería civil, en general, es más la responsabilidad con la sociedad, con crear una obra o una edificación que sea útil para los que te rodean. Que sea funcional, que sea segura. Eso prima más que pensar que eres alguien superior e importante. Pienso que debe prevalecer tener la ética y la moral de querer construir algo que facilite la vida diaria a los demás. Soy de las personas que piensan que todo requiere un esfuerzo, estudies una carrera de Letras o de Ciencias Sociales. Todo tiene un reconocimiento y un trabajo detrás, y todos somos importantes.

-¿Es de las se fija en las estructuras por deformación profesional?

-Es inevitable, en especial con los puentes y viaductos. Siempre te planteas el tipo que se está realizando cuando contemplas una obra en construcción, y te preguntas si tú cambiarías algo. Cualquiera, sea ingeniero o no, siempre se ha parado un rato para contemplar obras como, por ejemplo, las de la alta velocidad que tenemos por aquí. Impresiona todo en ellas, incluso su compaginación con el impacto que tienen con el medio.

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