La jornada de ayer fue otro día negro para los montes dezanos. El jueves por la noche comenzaba un fuego en la parroquia silledense de Refoxos que todo indicaba que había sido provocado. El incendio comenzó con la última luz del día y esto complicaba la actuación de los servicios de extinción. Una vez entrada la noche, la Serra do Candán iluminaba la oscuridad del cielo con un rojo propio de un volcán. A pesar de que en un inicio las miradas estaban puestas en el incendio que se inició en Chantada y que quemó monte también en la parroquia de Asperelo, Rodeiro, la cosa cambió con el avance de la noche y la llegada de la madrugada de ayer. Una vez más las redes sociales ilustraban y condenaban el acto que había llevado a que el Candán y montes de alrededor ardiese de manera que parecía imparable.

Aunque a últimas horas del jueves no se sabía cuanto terreno había sido afectado, a primera hora de ayer ya se conocieron los primeros presagios, más de 100 hectáreas calcinadas de un fuego que todavía estaba sin controlar y que además se estaba aproximando velozmente a las casas. El incendio que comenzó en Refoxos ya había dejado O Candán para seguir por la parroquia contigua, la de Oleiros. La densa cortina de humo era visible desde varios puntos de Silleda o Lalín, donde la mañana de ayer coches y viviendas amanecían cubiertos por la ceniza. El ataque a los montes dezanos era tal que en algún momento del día se pudieron ver dos grandes chimeneas, una que salía del Faro y la otra por O Candán.

Los servicios de extinción trabajaban a toda velocidad para intentar controlar un fuego que se había llevado por delante gran parte del patrimonio natural silledense. En la jornada de ayer un total de cuatro agentes, 12 brigadas, 15 motobombas. tres palas y cuatro helicópteros trabajaron para sofocar el fuego que no estuvo controlado hasta las 19.20 horas de la tarde, cuando según fuentes oficiales de la Xunta contabilizaban que se habían quemado más de 174 hectáreas y no preveía que fuese extinguido hasta el día de hoy. Sin embargo, otras estimaciones dicen que podría superar con creces las 200 hectáreas. Las llamas en Silleda han hecho pasar una noche complicada a lugares como Laxe, Oleiros, donde los vecinos estuvieron alerta preparados por lo que pudiera pasar si el viento complicaba la situación.

Por su parte, las llamas calcinaron en Chantada más de 150 hectáreas y las últimas informaciones que facilitó la Consellería de Medio Rural indicaban que todavía seguía el incendio activo.