Los primeros días de otoño están siendo marcados, sin duda, por las altas temperaturas. Éstas, a su vez, están propiciando que se proliferen de nuevo incendios en los montes gallegos, que un año más fueron los más aquejados por los incendios este verano. Con la nueva estación no hay ni un respiro para los servicios de extinción, algo que deja claro la desestacionalización de los incendios, es decir, los fuegos ya no solo es cosa del verano. Sin ir más lejos, en la jornada de ayer hasta dos incendios se registraron en la comarca dezana. Uno en Silleda y otro en Rodeiro.

El primero de ellos tuvo lugar en la parroquia silledense de Refoxos, en el lugar de Currospedriños. El fuego se inició a partir de las 20.15 horas cuando la luz del día era mínima, por lo que los trabajos de extinción se llevaron a cabo durante la noche. Al cierre de esta edición la Consellería de Medio Rural informaba que el fuego estaba aún activo y que había un agente, una brigada y tres motobombas actuando en la zona, además que al ser por la noche, no se podía determinar la extensión del fuego.

Por otra parte, el fuego también tocaba los montes de Rodeiro, concretamente en la zona de la parroquia de Asperelo. éste era debido a un gran incendio que se originó en Chantada y que llevaba calcinados en la tarde de ayer 55 hectáreas. Desde Medio Rural explicaban que era difícil esclarecer con claridad si este fuego en los límites con Rodeiro había pasado ya o no hacia Asperelo. Sin duda esta siendo una jornada triste para el monte gallego, puesto en parajes distintivos como la Ribeira Sacra están siendo azotados por los fuegos. Ourense, particularmente es la provincia más afectada.