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No hay estrellas en el observatorio de Zarragrande

El edificio, construido en 1993, se halla sin actividad desde hace más de cinco años y los desperfectos dificultan su recuperación

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No hay estrellas en el observatorio de Zarragrande

Corría el año 1993 cuando José López Pérez, también conocido en su localidad natal Vila de Cruces como "el niño de la estrella", decidió construir un observatorio en el coto de Zarragrande. Su intención era la de disfrutar de su pasión, la astronomía, y el enclave, a 585 metros de altura, resultaba perfecto para el visionado de constelaciones. Han pasado 24 años desde que el sueño de José Pérez se hizo realidad, pero el paso del tiempo no ha tratado bien al observatorio, que actualmente se encuentra desocupado y bastante deteriorado. Sus tres hijos son los encargados de recuperar el edificio, pero la falta de tiempo y fondos han aplazado el poder volver a ponerlo en marcha.

Ayer por la mañana, un árbol cayó sobre el muro de contención que rodea la construcción, sumándolo a la lista de desperfectos que presenta desde hace tiempo. Hace unos años sufrieron el robo del cableado eléctrico y la falta de luz impide abrir la cúpula para realizar las observaciones. La puerta de entrada está marcada con pisadas de alguien que intentó patearla para entrar en el recinto, y los cristales de las ventanas están destrozados, por vandalismo o algún fuerte temporal. "También habría que desbrozar los alrededores, que la hierba está bastante alta", comenta José Antonio López, hijo del ideador del lugar. "Queremos recuperarlo, pero somos tres hermanos y de momento no nos planteamos cederlo al Concello, aunque todo podría negociarse, es algo que tendríamos que pensar", prosigue.

Hace ya varios meses que López, tiene en mente instalar un generador que permita devolver vida al lugar y puedan realizarse actividades en el mismo, en colaboración con la USC o con cualquiera que tenga algún tipo de interés en el mismo. "Estoy pendiente de comprar un generador de gasolina para volver a tener electricidad, pediré ayuda a un electricista conocido de la familia para que repare la instalación", comentaba López en agosto de este año.

El observatorio de Zarragrande se suma a los otros dos que hay en la comarca de Deza-Tabeirós, uno en Lalín y otro en Forcarei, ambos de carácter público. Sin embargo, parece ser que el inmueble no resulta lo suficientemente interesante para que se invierta tiempo en su recuperación por parte del Concello.

"El niño de la estrella" quiso enseñar al mundo una ciencia que es una "incógnita", creyendo que hay "más vidas en el cosmos". El mismo trabajó como vigilante en las minas de Fontao, aunque siempre tuvo curiosidad por lo que esconde el cielo, llegando incluso a estudiar trigonometría y matemáticas por su cuenta para llegar a comprender qué pasa ahí arriba. El futuro del proyecto y la difusión del mismo depende ahora de sus hijos, José Antonio, Mari y Julia, que tendrán que hacerse cargo de buscar una solución para conservar tan especial patrimonio.

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