Julio y agosto se han esfumado, pero no aún el verano, que todavía puede guardar algunos rayos de sol que regalarnos hasta el próximo 22 de septiembre, cuando se produzca la llegada del otoño. Y es que aunque muchos relacionen al noveno mes del año con la vuelta al cole, la rutina y el fin de las gloriosas cervezas en las terrazas, para unos pocos privilegiados, septiembre se ha convertido en un aliado perfecto para disfrutar de las tan ansiadas vacaciones, con alguna que otra ventaja extra.
Para nadie es un misterio que los vuelos y alojamientos suben considerablemente sus precios durante la época estival, como también sucede durante la temporada navideña, Semana Santa y demás festivos y puentes. Para algunos esto no supone un problema, pero para los que deben ajustar más su presupuesto y cuentan con el privilegio de poder escoger las fechas de sus vacaciones, existen otros meses alternativos en los que se puede disfrutar de la misma manera y, además, ahorrando unos euros extra. Este es el caso de septiembre, pero también de octubre, enero o febrero. Aunque siempre habrá alguna excepción que confirme la regla, los alojamientos reducen notablemente su ocupación al terminar agosto, permitiendo también una bajada de precios, sobre todo a partir de la segunda quincena. Lo mismo ocurre con el transporte, puesto que la demanda es menor, resulta más sencillo encontrar una buena oferta en vuelos o trenes, los medios que más suelen variar sus precios según la fecha escogida. La mejor manera de evitarlo, siempre será consultar los precios con antelación y, ante todo, con mucha frecuencia, ya que estos pueden modificarse dependiendo el día de la semana o la hora a la que realicemos la consulta.
Si la opción más atractiva se presenta dentro de la península, podemos sumar a las ventajas ese descenso de las temperaturas extremas en la mitad sur del país. Y es que aunque muchos no quieran correr el riesgo de irse de vacaciones justo esa semana que llueve de lunes a domingo, las temperaturas agradables suelen mantenerse durante este mes, sin tener que llegar a extremos desagradables e incómodos.
Todo depende, también, del tiempo que disponga para la organización del viaje. Si opta por contratar sus vacaciones con una agencia de viajes, entonces tendrá que esperar hasta la segunda quincena de septiembre para notar la reducción en los precios. Según fuentes de agencias de viajes, reservar unas vacaciones en agosto o ahora, tiene exactamente el mismo valor durante las primeras dos semanas de septiembre que en julio o agosto, debido, precisamente, a ese aumento de usuarios que deciden retrasar sus viajes de descanso y a la subida de turistas procedentes de otros países. En Lalín es usual que se demanden paquetes de una semana de duración, o programar una escapada durante la celebración de las fiestas patronales, aprovechando los días de festivo local. Los destinos mayoritariamente escogidos tampoco sufren variación respecto al verano: las islas Canarias y Baleares o circuitos por varias ciudades de Europa.
Y como la gran mayoría ya han disfrutado de sus vacaciones, septiembre trae también una reducción de público en los lugares de destino, haciendo más fácil huir de las masificaciones en las playas, las colas en los museos o la larga espera para conseguir una mesa para comer. Si todavía no se han decidido, ya saben, las vacaciones en septiembre están de moda, hagan las maletas y aprovéchenlo, antes de que todo los demás se enteren.
