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Servicios públicos

El gobierno lalinense prepara el nuevo pliego para la gestión del agua y el saneamiento

Reconoce que se celebraron las primeras reuniones técnicas -El contrato finaliza en un año tras 20 de concesión

Personal de la empresa realiza una reparación en la red de abastecimiento. // Bernabé/Gutier

El Concello de Lalín deberá sacar a concurso o bien asumir la gestión directa del servicio de abastecimiento de agua y alcantarillado dentro de poco más de un año. El 1 de octubre próximo finaliza el contrato suscrito en ese mismo mes de 1998 con la actual concesionaria, Espina y Delfín. La elaboración de un pliego de esta dimensión requiere un gran trabajo técnico, máxime cuando se trata de uno de los servicios públicos más básicos y por ello el gobierno municipal ya se ha puesto manos a la obra porque si bien todavía resta un año de concesión, el tiempo apremia porque siempre pueden surgir inconvenientes técnicos o incluso diferencias de criterio.

Consultado por este asunto, fuentes municipales reconocen que en las últimas fechas se produjeron reuniones con técnicos para valorar las características del pliego, período de concesión y otros detalles, una vez que es improbable al menos a día de hoy, que se opte por la vía de la gestión directa como por ejemplo acaba de hacer la administración municipal silledense. Por el momento el ejecutivo local no quiere aportar más detalles sobre sus gestiones para preparar el nuevo pliego, que en principio debería comenzar a pergeñarse en meses para que antes de un año esté listo e iniciar los siempre complejos requisitos administrativos y los posteriores plazos. Pero además es que la situación del municipio difiere bastante de la de hace dos décadas y prueba de ello es que a comienzos del año 2014 el anterior grupo de gobierno acordó traspasar a la empresa la gestión de 16 depuradoras y 13 bombeos repartidos por el término municipal. Lalín debe, además, afrontar la construcción de nuevas estaciones depuradoras como las de Vilatuxe o Prado porque han quedado desfasadas y en otras es necesario acometer mejoras. Cabe recordar que solo en el último año Aguas de Galicia impuso sanciones por unos 8.000 euros al Concello por el mal funcionamiento de estas infraestructuras. Además, en principio está prevista la construcción de nuevas depuradoras y a la espera de ver qué pasa con los bombeos, ambos en el río Asneiro, de Botos y Catasós. Espina y Delfín había conseguido el contrato hace casi 20 años con un canon de 1,56 millones, el más elevado de las decena de empresas que habían concurrido a la licitación.

Aunque es muy pronto para conocer más detalles, el gobierno local aludió en varias ocasiones en público e incluso en los plenos en la necesidad de modernizar los servicios públicos para que ganasen en eficiencia y eficacia. Esta es un poco la filosofía que imprimirá el desarrollo de la parte más técnica y menos visual del plan DUSI. Entre las medidas a implantar estarían mecanismos para verificar de una forma certera los consumos de agua en instalaciones municipales, que servirían para tener un mejor control del servicio. Esto también se desea aplicar al consumo energético.

Si nos ceñimos a los números que supone este servicio público hay que destacar que el año pasado el Concello ingresó 312.886 euros de la tasa de alcantarillado y otros 397.955 por abastecimiento. Los gastos fueron de 441.000 y 577.000 euros respectivamente.

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