El gobierno de Lalín tomó durante este año la decisión política de rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) al tipo 0,4, el mínimo permitido por la ley. Esta medida fue tomada con la finalidad de reducir al máximo posible la presión fiscal sobre la vecinanza, tras los impuestos más altos de la historia impuestos durante la crisis. De esta forma, en cuanto dio comienzo el plazo de cobro que sigue en vigor, los contribuyentes comenzaron a percibir y certificar la rebaja del IBI, que se encuentra en estos momentos bajo mínimos históricos. El gobierno de Lalín ha reconocido que numerosos vecinos han querido transmitir su reconocimiento por la decisión tomada cuando estos pudieron comprobar la significativa reducción en el pago.

El ejcutivo sostiene que la decisión de rebajar el IBI tiene el objetivo de aliviar la carga impuesta a las familias lalinenses, y así cumplir con uno de los compromisos acordados con la ciudadanía. De esta forma, también se pretende paliar los efectos de la crisis e incentivar el consumo. La medida tendrá repercusión en la dinamización económica, ya que se calcula que las familias ahorrarán alrededor de 480.000 euros, tras la bajada de un 17%.

La reducción se notará en todos los recibos, así es que una vivienda tipo situada en el centro de la localidad que pagaba 290 euros en el 2015 este año pasará a pagar unos 232 o una casa situada en el núcleo rural que hace dos años abonaba 340, pasará a pagar unos 270 este año.

Así mismo, el concello de Lalín es pionero a la hora de ofrecer servicios de asesoramiento de información sobre el proceso del regularización catastral puesto en marcha por el Gobierno central, y cuyas primeras notificaciones se están recibiendo estos días. Muchos vecinos pudieron contar con la ayuda de los técnicos puestos a su disposición en las oficinas del ORAL, así como de los concejales de Hacienda, Teresa Varela y Francisco Vilariño.