A Estrada se despertó ayer con la noticia del fallecimiento de Benito Puente Goldar, fundador de la Joyería Benito Puente, una de las empresas del sector con más años de trayectoria en la villa.

Aunque se inició en el mercado laboral como aprendiz de electricista, Benito Puente pronto cambió el oficio por el de relojero, aprendiendo de la mano de Manuel Estraviz, que regentaba un taller en la calle Serafín Pazo. Fue el negocio que acabó comprando Puente, una vez que su fundador emigró a Venezuela. Allí trabajó junto a su hermano. Cuando este se jubiló, Benito Puente continuó con el negocio, ayudado por su mujer, María del Pilar Rey Iglesias, y por sus hijas, Raquel y Ana María. Años después, trasladaron el establecimiento a la calle Justo Martínez, donde continúa en la actualidad. Hasta hace poco más de un mes, y aunque "últimamente no le gustaba salir mucho", según apuntaba ayer uno de sus familiares, pudo vérsele en la tienda que ahora atendían su mujer, sus hijas y su yerno.

Su carácter afable y su siempre disposición a conversar son algunas de las características que quienes le conocían y apreciaban destacan de Puente, que el próximo mes de octubre cumpliría 85 años. Su capilla ardiente está instalada en la Sala 1 del Tanatorio San Pelayo. Su funeral se celebrará hoy a las seis y media de la tarde en la iglesia parroquial de San Pelayo de A Estrada. Su inhumación será en el cementerio de Figueiroa.