Una de las consecuencias de la crisis económica se tradujo en las comarcas en la salida de ciudadanos extranjeros a sus lugares de origen o a otros destinos en búsqueda de una oportunidad laboral que habían perdido en sus municipios de residencia. Esta coyuntura desfavorable también propició que muchos vecinos de la zona se viesen forzados a emigrar al extranjero por el mismo motivo y desde la crisis fueron casi dos millares de personas de las comarcas las que cambiaron su residencia por otra fuera de las fronteras españolas. Con todo son 1.997 más los extranjeros que vinieron que los 1.857 que dejaron su lugar de residencia en la zona.
Este flujo de salidas se contrarrestó con los inmigrantes que llegaron a Deza y Tabeirós durante estos años y la balanza es favorable a los foráneos que se empadronaron en alguno de los nueve municipios de la zona. Entre 2007 y el pasado año un total de 18.543 personas emigraron, de las que 1.857 lo hicieron al extranjero. Por el contrario, en este mismo período a las comarcas llegaron exactamente 18.593 nuevos vecinos -3.854 de ellos procedentes de otras nacionalidades-. El balance de extranjeros que fueron acogidos como nuevos ciudadanos en la zona comparado con los residentes que emigraron a otros países es positivo en todos los concellos de la zona a excepción de Dozón.
En primer lugar y, atendiendo a los datos oficiales de migraciones, en este período hubo 735 lalinenses que emprendieron una nueva vida en el extranjero, mientras otros 1.640 foráneos llegaban a la localidad para asentarse. En el caso de Silleda la balanza entre los que emigraron y los que vinieron es positiva en 381 personas, al dejar la localidad 206 ciudadanos y empadronar a 715 extranjeros. En Vila de Cruces recalaron 125 foráneos más de los 181 que se fueron a otros países. Los datos de Rodeiro indican que la comparativa fue de 46 emigrados fuera de España y 69 llegados del extranjero, por 26 y 63 casos respectivamente en Agolada. Dozón es el único caso de la zona con más salidas al constatarse 18 migraciones frente a solo 16 personas de otras nacionalidades que llegaron a la localidad. Llamativa es la comparación entre Lalín y A Estrada; dos villas de semejante población, pero con unos datos de variaciones residenciales muy diferentes. Si durante la crisis, como habíamos apuntado con anterioridad, 735 lalinenses emigraron al extranjero, en A Estrada este censo se reduce hasta los 457. No obstante, la capital estradense también recibió menos de la mitad de ciudadanos de otras nacionalidades al sumar 771 frente a los 1.640 de la capital de comarca vecina.
Por último, en los ayuntamientos de Terra de Montes la situación es bastante semejante pese a que Forcarei tiene más población que Cerdedo. Un total de 120 forcaricenses emigraron al extranjero y en la localidad se asentaron 165 personas procedentes de otros países. En el otro caso la proporción ha sido de 68 salidas al extranjero y 109 inmigrantes empadronados.
