Las parroquias de Vilariño y Bermés celebran la segunda misa solemne de acción de gracias al clamor realizado hace dos años. El clamor es un ruego que consiste en la peregrinación con la imagen de la Virgen desde la primera parroquia hasta la iglesia de la segunda para que la intercesión de la santa y de su imagen hermana de Bermés logre precipitaciones.

Este acto religioso se lleva realizando desde 1888. Asimismo, entre los años 1990 y 2015 hubo un parón prolongado. Este acto se celebró con motivo de la sequía que causó numerosos estragos en las cosechas y viviendas de la zona. La peregrinación es una muestra de súplica ante la necesidad de agua que tienen los vecinos de ambas parroquias. Esta tradición fue recuperada hace dos años, desde entonces se realiza una misa de agradecimiento por los resultados obtenidos.

Este año, por el momento no tienen previsto hacerlo, ya que, los vecinos deben suplicar que se realice, porque así lo hacían antiguamente. La leyenda cuenta que si no se "clama" por él, no tiene efecto, por esto, hasta el momento, aunque la sequía está siendo abrumadora, no se tiene pensado organizarlo. Sino llueve, la necesidad será mayor y "o se reza, o no se sabe que haremos para acabar con esta sequía que está siendo terrible", comenta José Rielo, organizador de este evento de la parroquia lalinense de Bermés. El año pasado, la misa de acción de gracias tuvo lugar en la parroquia agoladesa de Vilariño. En este año, le toca a la de Bermés, que tendrá lugar mañana, en la iglesia parroquial a partir de las 18.00 horas.