El edil del PSOE José Manuel Hermida, así como la trabajadora de su explotación que lo denunció la semana pasada por un presunto delito de abuso sexual, se desplazaron ayer al Juzgado Número 2 de Lalín para prestar declaración. La mujer, tal y como confirmó a su salida de los juzgados pasadas las 11.00 horas de la mañana, ratificó la denuncia que presentó ante la Guardia Civil por unos hechos que se produjeron el 14 de este mes en la explotación ganadera de Hermida en Santiso. La mujer se limitó a señalar que no quería hacer declaraciones a los medios y que, por el momento, carece de abogado.

Por su parte, Hermida declaró ante el juez una vez que la presunta víctima abandonó las dependencias. Hermida acudió a las salas de O Regueiriño tranquilo y acompañado por su compañero de filas y teniente alcalde de Lalín, Nicolás González Casares, y el secretario comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla. Casares recalcó que su presencia se debía a "un acto de acompañamiento en un asunto privado. Confío en la inocencia de Hermida y en que las cosas se resuelvan bien, confío en la justicia pero también en los derechos de la denunciante a formular su denuncia".

La estancia de Hermida en las dependencias de los juzgados se prolongó durante una hora, asistido por el abogado Francisco Lago. Fue éste quien explicó que el proceso se encuentra en la fase de diligencias previas, de ahí que se tome testimonio a las partes para esclarecer lo ocurrido. Hermida negó el contenido de la declaración de la joven, de modo que "damos cumplida justificación de que no es cierto" el presunto delito de abuso sexual que se le atribuye, como explica Lago. La mujer presentó, además, un parte médico en el que queda claro que "no hay una lesión física, refiere que hubo una agresión sexual pero que no existe una consecuencia física de los hechos". La trabajadora aporta también un parte de baja por "enfermedad común". Una vez que sea dada de alta, se le rescindirá el contrato que mantenía con José Manuel Hermida. Llevaba trabajando en su granja cerca de dos años.

La denunciante propuso que se le tome declaración a una testigo, por lo que la defensa de Hermida anuncia que también se solicitará el testimonio de otras personas que puedan confirmar la inocencia de su cliente. En caso de que se detecten indicios de delito, el juez dictará un auto mediante el que el proceso de diligencias previas pasa a transformarse en un proceso abreviado. A continuación, habría que presentar los escritos de la acusación y de la defensa, y sería entonces cuando pasaría a haber una acusación formal. Lago aprovechó su comparecencia ante los medios para dejar caer la posibilidad de que la presentación de esta denuncia por abuso sexual respondiese a "móviles políticos o económicos".

La joven puede retirar la denuncia, pero con ello solo conseguiría "una connotación de pérdida de credibilidad", en palabras del abogado de Hermida. Es más, aunque la retire, el proceso tendrá que seguir adelante porque se trata de un delito perseguible de oficio, como apuntó Lago, de modo que deberían respetarse todas las fases del proceso judicial "hasta que concurra en una de las circunstancias" que motivasen el sobreseimiento del caso.

Según relató días atrás la joven, los hechos se remontan a la mañana del lunes de la semana pasada. Siempre según su versión, Hermida le pasó una mano por el hombro y con la otra le tocó sus genitales, por encima de la ropa. Tras este incidente, la mujer abandonó la granja y se desplazó al centro de salud de Lalín, ya que sufría una crisis nerviosa. De aquí fue al cuartel de la Benemérita para presentar la denuncia. Añade que Hermida intentó hablar con ella por teléfono y que, al hacer caso omiso de sus llamadas, le envió un mensaje asegurando que no volvería a pasar.