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Antonio Viñas Otero: "Que el minifundismo siga presente es un problema que se arrastra hace siglos"

"El legado de los hidalgos del siglo XVII permanece en Deza por sus pazos"

Antonio Viñas, ayer, en su casa de la rúa C de Lalín. // Bernabé/Javier Lalín

El lalinense Antonio Viñas, afincado en Madrid desde hace unos 45 años, presentará este sábado 26 a las 19.00 horas en Agolada su nueva obra Nobleza e hidalguía en las altas tierras de Lalín, donde cuenta la historia del concello, desde que este se convirtió en zona de paso para el camino castellano hacia Santiago de Compostela. El autor cuenta con otras publicaciones como De la filosofía personalista al iuspersonalismo, editado en el año 2004 o Instituciones políticas y sociales de la Roma antigua, de 2013.

-¿Cuál es la estructura del libro?

-Lo he concebido como un homenaje a mis padres, que en su día fueron emigrantes a Buenos Aires y La Habana. El libro cuenta la historia de Lalín, una visión global de sus orígenes, hasta la desaparición de los foros en 1926, ese tipo de contrato que condicionó a Galicia durante tanto tiempo. Hay tres ejes principales, la vida rural de los distintos pueblos y aldeas, haciendo hincapié en las ferias de Agolada y Lalín, una tradición que en aquella época era muy importante pero que ahora ha ido desapareciendo. El segundo eje gira en torno a la emigración, como la que tuvieron mis padres a Latinoamérica El tercero podríamos decir que es una emigración ya algo más actual, como la que tuvieron muchos de mis compañeros a países como Francia o Suiza.

-¿Qué fuentes ha utilizado para la investigación?

-Han sido muchas fuentes. Uno de los libros que más me ha ayudado es una reseña histórica del condado de Deza, que fue reeditada en el 96 por el autor lalinense Armando Vázquez, que está poco documentado históricamente. También trabajos de autores como Camilo José Cela, Xosé Ramón Fernández Barreiro, catedrático en la USC, Luis García de Valdeavellano, Antonio López Ferreiro o Manuel Murgía y Otero Pedrayo, que me enseñaron mucho sobre historia de Galicia. También de la viguesa Ana María Pereira Molares, que para mi juicio, ha escrito de las mejores informaciones sobre pazos.

-¿Había mucha nobleza en Galicia?

-El noble más importante fue el arzobispo Gelmírez, que como señor de Santiago, acabaría imponiéndose en todos los señoríos que se repartieron las tierras de Deza. Con la llegada de los Reyes Católicos la nobleza en Galicia prácticamente desapareció porque unos pasaron a formar parte de la comitiva real y otros emigraron a las posesiones de ultramar. Esto explica que actualmente la casa de Medinaceli y la casa de Alba ostenten prácticamente casi en su totalidad todos los títulos nobiliarios de Galicia. Tras esto empezará a cobrar importancia la figura de los hidalgos, esos campesinos enriquecidos. Otero Pedrayo se refiere a la zona de Deza como "mosaico de pazos", que fueron las construcciones que estos llevaron a cabo a partir del siglo XVII.

-¿Alguna curiosidad sobre la investigación?

-El papel de la hidalguía, donde en el siglo XIX intervinieron muchos gallegos relevantes. Por entonces los primogénitos de las familias solían seguir la carrera militar y los segundos, la eclesiástica, que económicamente resultaba provechoso. Los demás vivían prácticamente a costa de ellos , y su papel era el de cuidar el patrimonio.

-¿Qué incidencia cree que puede tener toda esta historia en la estructura de lo que consideramos Deza actualmente?

-Es un tema que trato en el prólogo, sobre la vertiente actual y los problemas que Galicia arrastra de estos acontecimientos. Hay problemas pendientes de solución, uno que a mi me sorprende constantemente es el minifundismo, hay un problema de mentalidad, puede que por falta de educación. La industrialización y producción desequilibrada entre las distintas zonas. Una competitiva relación con las materias primas disponibles, aquí en Lalín, como la madera o los productos lácteos.

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