Los espantos de jabalí que el pasado sábado y ayer realizaron miembros de la Sociedad Deportiva de Caza y Pesca Río Ulla y del Tecor A Rocha en zonas afectadas por los daños en cultivos de maíz no convencen a los ganaderos, que consideran que la práctica autorizada por la Consellería de Medio Ambiente no es, ni muchos menos, efectiva para controlar la especie.

"La medida es una invención como otras muchas de la Xunta y no vale para nada", asegura Jesús Conde, productor de Lamas y uno de los afectados por los daños del cerdo salvaje que los pasados días se reunieron con el edil de Medio Ambiente estradense, Juan Constenla, para reclamar una solución al problema.

El sector considera que esta pasa por actuar antes y no esperar a la época de plantación o de recogida para lamentarse. "En todo el año no se hace nada. Tan pronto como pasa la recogida del maíz se olvida todo y estamos siempre en lo mismo, los políticos y nosotros", apunta haciendo autocrítica. En su opinión, habría que actuar en el momento en que la temporada de caza oficial esté avanzada y se detecte que no se matan jabalíes. "Ese es el momento de empezar a moverse para obligar a la Xunta a que nombre un equipo de caza profesional o lo que sea, pero lo que no puede ser es que todos los años tengamos el mismo problema", lamenta.

Conde considera que los espantos son "una pantomima de cuatro que se creen los reyes del mundo y a los que les mantenemos los bichos para que ellos puedan cazar, y, por otra parte, con el consentimiento de los agentes de Medio Ambiente", afirma. A la incursión del jabalí en sus maizales suma su sospecha de que también las cosechas pueden estar siendo comidas por el corzo, pues asegura que dos fincas de Rubín y Cereixo están dañadas en sus bordes. "Hay algo que está comiendo las espigas hasta la mitad. Se podría achacar a los cuervos, pero yo no los veo por aquí", argumenta.

Por su parte, los cinco cazadores de Río Ulla que, con sus perros, realizaron ayer espantos encontraron rastros en una plantación de maíz en Santeles, a la que no llegaron a entrar, pero en la que sospechan que aún podían estar los cerdos. Además, levantaron al menos cuatro piezas en Andrés de Vea. Los seis cazadores participantes del Tecor A Rocha levantaron un jabalí cerca de la iglesia de Rubín y vieron rastros de otros en Riamonde (Lamas), en la misma zona donde localizaron piezas el sábado. El intenso calor obligó a cesar la búsqueda a las once en el caso de Río Ulla y a media mañana en el de A Rocha.