El gobierno lalinense presume de haber bajado la contribución a mínimos históricos durante su mandato y asegura que legalmente ya no es posible recortar más el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), después de haber pasado del 0,46 el año pasado al 0,4 actual. Teresa Varela y Francisco Vilariño, responsables del área de Facenda, comparecieron ayer para avanzar los datos de la liquidación prevista para este año, ya con el tipo actual y de paso concretar la incidencia que tendrá en los ciudadanos a la hora de satisfacer sus obligaciones tributarias con la administración municipal. Los cálculos de Varela indican que en los dos años del presente mandato el recibo del IBI bajó el 17%.

En primer lugar, la concejala indicó que en 2015 la contribución reportó a las arcas municipales 3.571.196 euros tras la emisión de un total de 22.830 recibos. El año pasado fueron 22.768 los pasados al cobro, que supusieron unos ingresos de 3.441.757 euros y para este ejercicio la previsión apunta a que la recaudación caerá hasta los 2.961.032 euros en 22.639 recibos. Si hace unos meses el gobierno estimaba que con la bajada del tipo impositivo los ingresos caerían en torno a 400.000 euros, ahora ya se apunta a que serán exactamente 480.000 los que dejará de percibir este año con respecto al anterior.

Después de los datos de trazo grueso aportados por la responsable de Facenda, Vilariño realizó un repaso sobre la incidencia que tiene "la apuesta política de este gobierno por rebajar la presión fiscal al ciudadano". Y lo hizo con varios ejemplos sobre lo que según sus cálculos representa la rebaja del IBI en propiedades de distinta categoría o emplazamiento. En primer lugar explicó que el recibo de una vivienda tipo situada dentro del casco urbano estaba en 2015 en 290 euros, pasando en los dos sucesivos a tributar 267 y 232 respectivamente. Remarcó que con las dos rebajas -el año pasado el tipo pudo haber quedado en el 0,4 al quedar sin efecto el decreto estatal que permitía a los concellos subir este impuesto- la rebaja acumulada en 2016 y 2017 está en el 20%. A continuación indicó que una casa situada dentro de un núcleo rural que pague este año 270 euros, el anterior tributaba 311 y en 2015 el recibo ascendía a 338. En el caso de un bien cuyo valor esté por debajo de la mediana de 40.000 euros el recorte en los recibos fue de 56,85 euros a 65,38 para calcar este año la cuantía de 2015. Vilariño añadió más ejemplos como el de un inmueble de valor superior a la media situado en diseminado, por el que sus dueños abonaban hace dos años 319 euros, el anterior asumieron 293 y este año el recibo quedará en 255. Finalmente, aseguró que una nave situada en el polígono Lalín 2000 cuya contribución ascendía a 836 euros anuales pasó a tributar 796 y en este ejercicio la suma será de 669.

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El concejal delegado del área de Recaudación insistió en que el IBI está ahora en mínimos históricos y que los datos que acababa de aportar podrían ser verificados por los contribuyentes máxime cuando, a partir de hoy comienza el período de voluntario de cobranza. "Fuimos capaces con una decisión política de corregir una situación injusta y sobrevalorada". Añadió que Lalín cuenta con una ponencia de 2003 cuya aplicación comenzó al año siguiente y que durante una década supuso que el IBI se disparase hasta un 200%. A su juicio, una prueba de que aquel trabajo no se hizo de manera rigurosa, fue que el anterior gobierno tuvo que aplicar una bonificación del 60% a las propiedades situadas dentro de núcleo rural, mientras que las de naturaleza urbana no se tuvieron en cuenta al ser ilegal esta medida. También echó en falta de la etapa anterior que, pudiendo, no se estableciesen descuentos a viviendas de zonas como las de la movida que pierden valor real de mercado precisamente por su situación.

El concejal sacó pecho de la rebaja del principal impuesto directo y tiró de datos para ver cómo está la situación en otros municipios semejantes o incluso de mayor dimensión a Lalín. Así las cosas, remachó que ningún concello de primera categoría tiene el tipo impositivo más bajo y solo seis de los más de una veintena aplican también el 0,4; entre ellos A Estrada, Ponteareas o Redondela. Pero además esta situación sería también favorable en la comarca, una vez que en Silleda está en el 0,53; Agolada (0,55), Rodeiro (0,48), Dozón (0,6) y en Vila de Cruces el tipo impositivo es el mismo que en Lalín, aunque con una ponencia más desactualizada al ser del año 2002.

"Con esta medida dotamos a la ciudadanía de más recursos y que tengan más pulmón económico para que puedan contribuir a reactivar la economía. Es una medida política con gran carga social y algunos lo que pedíamos en la oposición, ahora lo aplicamos", dijo. Para rematar insistió en que en la "rebaja" del año pasado al 0,46 se tuvo en cuenta la coherencia y que con esa decisión ya se produjo una bajada en el 74% de los recibos.