Lleva en la política local desde el año 1999, y se encarga de la Alcaldía desde hace cinco años, tras el fallecimiento del entonces regidor David Raposeiras. Ahora mismo, es la única regidora en Deza y Tabeirós-Montes, aunque no la primera. En 2007, la socialista Paula Fernández Pena tomaba el bastón de mando en Silleda, un cargo que refrendaría en 2011 hasta su designación como senadora, en 2013.

-Además de la Alcaldía, usted se ocupa de las áreas de Economía e Facenda. ¿Fue un aprendizaje duro?

-A decir verdad, tuve un cursillo intenso en estas áreas, como una formación a posteriori después de asumir estas concejalías y a raíz de la nueva ley que impuso el ministro Montoro y que introdujo conceptos nuevos como el techo de gasto o el equilibrio presupuestario.

-¿Supuso un cambio notable en su carrera como política pasar a coordinar estas áreas?

-A decir verdad, entré en la política hace 18 años y siempre ocupé puestos relevantes, porque hay que pensar que la corporación forcaricense no es amplia [el gobierno tiene seis de los once ediles]. Fui tesorera del partido y me encargué de otros departamentos como Servizos Sociais o Personal.

-¿Qué pueden aportar las mujeres a la escena política?

-Creo que las concejalas que estamos ahí representamos otra forma de hacer política, porque tenemos otra empatía con los ciudadanos, somos más sensibles hacia otros temas más allá de Urbanismo u Obras. Quizá nosotras somos capaces de percibir otras necesidades.

-¿Ha notado algún tipo de discriminación por ser mujer desde que está en política?

-En mis relaciones con otras administraciones, a escala pública no. Puedes notar algún detalle a nivel individual. En cuanto a la oposición, hay veces que los hombres piensan que pueden desestabilizar tu gobierno porque está al frente una mujer, y hacen cosas que a lo mejor no se las hacían a un alcalde varón.