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Las Perseidas caen lejos de Deza

Los dos observatorios de la comarca carecen de actividades para ver la lluvia de estrellas

Avistamiento de estrellas organizado por el observatorio de Lalín en marzo // Bernabé/Javier Lalín

Cada mes de agosto, el cielo se llena de potenciales deseos en forma de estrellas. Las lágrimas de San Lorenzo destellan intermitentemente desde el pasado 17 de julio, pero alcanzarán su mayor intensidad durante este fin de semana, en concreto, en la madrugada del sábado al domingo. La comarca de Deza no ha organizado ninguna iniciativa oficial para poder observar el fenómeno, pero la zona se convierte en un enclave perfecto para mirar al cielo si las nubes lo permiten.

El observatorio de Lalín carece de actividades programadas hasta el mes de septiembre, cuando el programa TodoCosmos, impulsado por la Universidad de Santiago de Compostela, organizará una observación astronómica. La fecha y la hora todavía están por confirmar, pero habrá un número de plazas limitadas que rondará las 20 personas, por el reducido espacio del lugar. En esta actividad se observarán planetas y cúmulos de estrellas, que serán explicados por expertos venidos de la USC. Para poder disfrutar al máximo de la lluvia de Perseidas, desde el observatorio lalinense recomiendan buscar cualquier lugar en el que no hay mucha contaminación lumínica, que dificultaría el avistamiento de las estrellas. Si la noche está despejada, no será necesario buscar un enclave muy concreto, pero la visión podrá disfrutarse de mejor manera en zonas como el Alto do Faro, mirador situado entre Rodeiro y Chantada, donde la luz artificial no interrumpe el proceso de observación de las estrellas, que potencian su brillo en lugares más oscuros.

En la colina de Zarragrande, en Vila de Cruces, también existe un observatorio, que fue fundado en 1993 por José María López, vecino de la zona y amante de la astronomía. El lugar se encuentra actualmente cerrado y sin actividad, después de que hace unos años el robo del cableado eléctrico provocara la falta de luz, impidiendo abrir la cúpula. El hijo del fundador, José Antonio López, intenta devolverlo a la vida, por lo que pronto comprará un generador de gasolina y pedirá ayuda a un electricista conocido de la familia para llevar a cabo la reparación, pendiente desde hace años. "Cuando esté arreglado el problema, me gustaría abrirlo al público y que se celebraran actividades en él", declara. Aunque no se pueda disfrutar de las estrellas fugaces desde dentro del edificio, la explanada en la que se sitúa es un buen lugar para pasar la velada, desde donde habrá que mirar al horizonte.

El pasado año pudieron observarse una media de 200 meteoros cada hora, mientras que esta edición de las lágrimas de San Lorenzo se prevé que el máximo sea de unos 30-50, una media más baja de lo habitual, que suele rondar las 80 estrellas por hora.

Para aquellos que se queden con ganas de más estrellas y esta vez, con telescopio, el próximo miércoles, día 16, habrá en el Alto da Madanela, en la parroquia de Carbia, en Vila de Cruces, una observación astronómica, también perteneciente al programa TodoCosmos de la USC. Será a las 21.30 horas, completamente gratuito y abierto a todo tipo de público, con una duración aproximada de una hora y media. En el caso de que la meteorología no permita una óptima visión, se podrá trasladar la fecha de la actividad.

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