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El estadio de tierra en el que de vez en cuando pastan los rebaños

Bernabé/Luismy

Costó 300.000 euros, a pesar de que la foto dé la sensación de que estamos ante un páramo- El campo de fútbol de Río, en la parroquia del mismo nombre de Rodeiro, comenzó a erigirse en el año 2000, con el popular Eliseo Diéguez como alcalde, con la intención de que este estadio en tierra sirviese como alternativa para aliviar la intensa actividad que por entonces tenía el campo de hierba natural de A Raña, en Rodeiro. Pero hubo un fallo: no cumplía las dimensiones reglamentarias, así que el campo de Río sirvió para algún que otro entrenamiento, pero en él nunca llegó a jugarse ningún partido de manera oficial, a pesar de que una de las tres fases en que se dividió la obra contemplaba ajustar sus medidas a la normativa. Con el tiempo, el campo de Rodeiro se dotó de césped artificial, pero pese a la insistencia de la oposición, no volvió a invertirse en el de Río, ni en sus vestuarios (en los que llegaron a entrar ovejas) ni en el terreno. El concejal del BNG, Alberte Lamazares, recuerda que el gobierno del PP incluyó en su programa electoral la reconversión de las instalaciones en un centro lúdico. Hubo, incluso, una propuesta para reutilizarlo como pista de pádel, pero tampoco llegó a cuajar.

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