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La antigua Cámara Agraria pierde en la guerra contra la escasez de niños

Bernabé/Luismy

Hace justo 10 años, la fachada verde y desconchada de lo que había sido la Cámara Agraria de Dozón, ubicada junto al consistorio, se sometía a un intenso lavado de cara por dentro y por fuera. El objetivo era reconvertir el edificio, sin actividad oficial desde hacía tiempo -servía de local de ensayo del grupo Kaso Aparte- en la biblioteca municipal, que por entonces se localizaba en el albergue. El inmueble se dotó de varias colecciones de libros donados por la Xunta y de equipos de ordenadores. Una trabajadora municipal se encarga de atender los pedidos de libros, que son muy escasos. ¿El motivo? Pues que el CEIP Pío Cabanillas, al otro lado de la calle, ya tiene su propia biblioteca y que además apenas roza la treintena de matriculados. Las instalaciones albergaron algún que otro curso de informática y de zumba, pero la escasa afluencia parece no invitar a seguir ofreciendo iniciativas similares. Otro punto que debería tenerse en cuenta a la hora de explotar mucho más este inmueble es que Dozón forma parte de la Vía da Prata y, sin embargo, no es destino habitual de las actividades lúdicas que se organizan desde el programa Cultura no Camiño que, sin embargo, sí está muy presente en Silleda o Rodeiro.

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