Miembros de la Sociedad Deportiva de Caza y Pesca Río Ulla tienen previsto reunirse la próxima semana con responsables del gobierno local y con técnicos del concello estradense para avanzar en el proyecto de creación de una escuela de pesca que estará dirigida a niños, pero también pensada para que personas con dificultades de movilidad puedan practicar este deporte. Así lo anunció ayer el secretario de la entidad deportiva y vicepresidente de Pesca de la misma, Miguel Sande, preguntando al respecto de la puesta en marcha de la escuela, propuesta que la Sociedad presentó al Concello el pasado mes de febrero.
Según señala Sande, esta iniciativa se enmarca en el proyecto en el que trabaja la Consellería de Turismo que dirige Óscar Rancaño para crear una ruta fluvial de senderismo entre Pina y Curantes, que discurriría por las orillas de los ríos Liñares y Curantes. En ese entorno, concretamente en la zona de Ponte Liñares, se encuentran los terrenos que antiguamente albergaban una laguna natural, espacio que Río Ulla quiere recuperar para poder realizar allí las prácticas de su futura escuela. Se trata de parcelas de masa común pertenecientes a los vecinos de Callobre. El Concello tratará de negociar con los propietarios la posible utilización para recuperar el lago, un trámite pendiente de cerrarse.
Después de estudiar otras posibles localizaciones para poder realizar las prácticas, como el lago existente en las inmediaciones de la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp), descartado por sus reducidas dimensiones, la Sociedad Deportiva cree que la laguna de Callobre podría ser la ubicación idónea. De conseguirse, el acceso a la misma no sería un problema puesto que, si el proyecto sale adelante, la idea de Río Ulla y Concello es "hacer accesos para personas con movilidad reducida a través de pasarelas y puestos de pesca adecuados para que también puedan tener acceso a la pesca. Se trataría de abrir el deporte a esa gente", señala Sande.
La entidad deportiva ya remitió su proyecto definitivo al Concello. Su intención es impartir clases teóricas y prácticas "enfocada a llevar a los niños a la competición", precisa su secretario. Asegura que el colectivo cuenta con personal titulado para impartir este tipo de formación. "No valdrían monitores de tiempo libre, tendrían que ser especializados en el tema de la pesca". De este modo, el alumnado se organizaría en grupos en función de sus conocimientos previos sobre la disciplina. Respecto a la consecución del espacio de la antigua laguna para realizar las prácticas, Sande admite que "faltan muchos detalles", desde la negociación con los propietarios para su cesión a la adecuación del mismo, ahora ocupado por arboleda y maleza.
Por lo demás, asegura que hay interés por parte de las nuevas generaciones por adentrarse en la práctica de la pesca. "Creo que el problema es que faltan iniciativas; no hay lugares donde los niños se puedan iniciar", explica. "Lo de ir al río a pescar con lombriz se está quedando obsoleto. Ahora está avanzando la pesca sin muerte y ahora mismo los niños no tienen dónde practicarla en en un sitio abierto", apunta.
