No le afectaba el cambio al regente de fruterías "O demo", que ve las ventas cada edición más reducidas. "Este año puede que sea el peor de los diecisiete que llevo trabajando en ferias. Otros veranos había mucha más afluencia de turismo, pero este no he podido ver demasiada. No es una buena época para los fruteros, porque nosotros vendemos alimentos de calidad, que también se paga, y la gente muchas veces busca productos más baratos aunque no sean tan buenos. Con el poco trabajo que hay, las ventas han bajado muchísimo", sostiene.