El local social de Tabeirós lleva dos años y un mes sin agua, la parroquia lleva año y medio esperando el cambio de un contenedor roto y la colocación de otro adicional, en ella se ha colocado una caseta no homologada y las existentes están descuidadas,existe "falta de limpieza de maleza" con el consiguiente "peligro,se observa una "pésima conservación del pavimento de las carreteras", se ha detectado la "colocación de mobiliario urbano para uso y disfrute de viviendas particulares" y un cortacésped entregado "a la Asociación Parroquial en un mitin" es "de uso exclusivo por la persona nombrada por el alcalde de barrio y en los lugares que consideren oportuno, previo pago". Este es el análisis del estado de la parroquia de Tabeirós que realiza uno de sus vecinos, Javier Rodríguez, que se muestra convencido de que "Tabeirós languidece por la desidia crónica del alcalde y sus colaboradores".

Se refiere al alcalde de barrio, al discrepar de que realice un "magnífico trabajo" como dijo el alcalde José López en noviembre de 2016 al referirse a que lograse el compromiso por escrito de 103 viviendas interesadas en conectarse a la traída del Umia (aspecto que recordó FARO el domingo con motivo del anuncio del alcalde de incluir la citada conexión de Tabeirós a la traída del Umia con parte del millón de euros que pretende que Augas de Galicia financie en los dos próximos años). Rodríguez aseguró que ese "papel" que habría hecho el pedáneo para el enganche de la traída -y que asegura que presentaba "faltas de ortografía"- no presentaba "referencias de ser un papel oficial del Concello".

"Cuando has nacido en esta parroquia y vives en ella con tu familia deseas que el lugar prospere y que todos, por igual, se beneficien de ello. Desgraciadamente no es así. Las políticas locales nos esquivan y lo que nos ofrecen son promesas a largo plazo, con proximidad estratégica a las urnas, que no llegan a materializarse, lo que en lenguaje coloquial se entiende como tomadura de pelo", aseguró.