El Distrito XVI, que engloba a las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes, pasa por ser una de las áreas a nivel autonómico con menor incidencia de fuegos forestales en los últimos años. La Consellería de Medio Ambiente saca a la luz un informe en el que evalúa la ocurrencia de incendios en las 19 áreas en las que se organiza el territorio gallego a la hora de prevenir y luchar contra el fuego.
Los datos más recientes se refieren al año 2014. En este ejercicio, en el Distrito de Deza-Tabeirós se registraron 35 incendios, lo que lo coloca entre los tres con menos volumen de siniestros, en una lista que completan dos distritos lucenses: el de A Mariña, con también 35 fuegos, y el de Fonsagrada-Os Ancares, con 23. En el extremo opuesto de la tabla, es decir, en la categoría de distritos con mayor volumen de quemas, se colocan tres territorios ourensanos: el de Verín-Viana, con 145 incendios, seguido por el de Miño-Arnoia, con 97,y el de Valdeorras-Trives, con 86. El abandono de las tierras agrarias desde hace décadas es uno de los motivos por lo que prácticamente toda la provincia ourensana, salvo la zona norte, está clasificada como Zona de Alto Riesgo, al igual que dos parroquias del municipio dezano de Dozón (Santa María de Dozón y Bidueiros).
Si nos ceñimos a los cinco distritos en que se divide la provincia de Pontevedra, resulta que el de Deza es también el que padeció el menor número de incendios, mientras que en O Condado-A Paradanta se registraron 46, en Caldas-O Salnés, 65, y en Vigo-Baixo Miño, 66. Fueron, en total, 212 fuegos forestales. Sin embargo, al contrastar la superficie incendiada, resulta que las comarcas lideran este listado, con 37,86 hectáreas quemadas (7,68 de arboledo y 30,18 de monte bajo). Supera, aunque sea por poco, a las 37,66 de Caldas-O Salnés, y se mantiene a bastante distancia de las 24,26 que ardieron en O Condado-A Paradanta y las 14,86 de Vigo- Baixo Miño.
Hay otro aspecto a tener en cuenta: la superficie de cada distrito. El de Deza-Tabeirós es, con diferencia, el de mayor tamaño, con más de 155.4673 hectáreas, de modo que esos 35 incendios dan un valor de 0,02 fuegos forestales por cada kilómetro cuadrado, la cifra más baja de todos los distritos pontevedreses. En el de Caldas-O Salnés, la proporción es de 0,5 incendios/km2, ya que la extensión total de este territorio es de 132.691 hectáreas. Para los dos distritos restantes, la proporción ya sube a 0,07 incendios, puesto que Vigo-Baixo Miño abarca una superficie de 93.629 hectáreas, y el de O Condado-A Paradanta, de 67.368.
El indicador que maneja Medio Ambiente señala que, en toda Galicia, entre los años 2011 y 2014 se dio un claro recorte tanto en el número de incendios como en la superficie arrasada. Si en 2011 el terreno ardido sumaba 42.392 hectáreas, al cierre de 2014 la cifra se había desplomado a las 1.991. Ocurrió lo mismo con la cifra de fuegos: va bajando de forma progresiva de los 6.342 a los 1.227.
Es evidente que este descenso fue producto de la reducción de siniestros en prácticamente todos los distritos. La Xunta hace una comparativa más concreta de los años 2013 y 2014. Pues bien, en 2013 solo A Mariña lucense tuvo entre 18 y 25 incendios. Lo habitual era que se registrasen entre 51 y 150, como ocurrió en Deza-Tabeirós, la vecina Terra de Lemos o la comarca ourensana de A Limia. Los casos más extremos se dieron en Caldas-O Salnés o Santiago-Meseta Interior, con entre 251 y 368 fuegos. Al año siguiente, fuese por obra de la meteorología, por un mayor despliegue de medios de prevención o porque, digámoslo así, poco quedaba por quemar, Deza-Tabeirós redujo su número de fuegos a la mitad (los 35 mencionados), y se incluyó en un listado de hasta 13 distritos en los que hubo tan sólo entre 26 y 75 siniestros. En los seis restantes, en el de A Fonsagrada hubo hasta un tope de 25 fuegos, mientras que en Bergantiños, O Ribeiro, Miño-Arnoia, Verín y Valdeorras, el tope de incendios fue de 150. En cuanto a la superficie, el Distrito XVI, esas 37 hectáreas pasto de las llamas en 2014 son una gran mejoría respecto a las más de 150 durante el ejercicio precedente.
