Si hay un espacio municipal que esté más vinculado que ninguno a la vida de los lalinenses, ese es el Paseo do Pontiñas. Este lugar ve como cada día cientos de personas recorren sus kilómetros, sin importar la hora. Algunos prefieren que el rocío mañanero los despierte con una buena caminata, mientras que otros esperan a las últimas horas de sol para dar uso a las zapatillas de correr. El deporte, sin duda, es una de las opciones que ofrece este espacio, pero no la única, pues el río que nace en la parroquia lalinense de Goiás y que desemboca en el Asneiro, en Donsión, lleva consigo un entorno al que se debe respetar y cuidar. Eso es lo que considera Ramón Rodríguez Taboada, usuario asiduo del espacio y que ha puesto en marcha una asociación para la defensa y dinamización, si cabe, del lugar.

Este lalinense de 66 años, también conocido como "Moncho do Nela" se confiesa un "entusiasta" del Paseo do Pontiñas, no solo porque cada día hace el recorrido para desentumecer las piernas, sino también por las experiencias que tiene en el lugar de cuando era niño. Por esta misma razón busca más amantes del espacio para iniciar un colectivo. Para llegar a este hecho, lanzó en sus redes sociales un mensaje para que todo aquel quiera sumarse a la iniciativa lo haga poniéndose en contacto con él al correo ferbenza3@yahoo.es.ferbenza3@yahoo.es El hombre cree que la mejor manera de iniciar una asociación es tomar como ejemplo la que existe en Pontevedra, Vaipolorío, y que actúa sobre el río Gafos.

Rodríguez explica que por el momento "estoy haciendo un sondeo para saber si hay más gente que piense como yo, pero por ahora no se ha sumado nadie". En el entorno del Pontiñas ve varias deficiencias, pero la que más destaca es una que es ocasionada sobre todo en invierno, y esta es la recogida de aguas fecales y pluviales no son separadas. Este hecho hace que en los meses en los que más llueve, el cauce del río se convierta en un foco de basura. Incide en que esto debería cambiarse, "es lo que más perjudica al río", sostiene.

Resta importancia, sin embargo, a la maleza que el paseo ostenta, algo que cree más bien habitual. Con el colectivo, "buscaríamos también hablar con quien fuese necesario para que el lugar se mantenga en las condiciones óptimas", reconoce. También le gustaría recuperar varios manantiales que se encuentran en el entorno: "Sé que hay cerca de cinco o seis, pero seguro que hay alguno más", dice Rodríguez, "estaría bien que se recuperaran y pudiesen ser también un valor añadido del lugar". Otro de las labores que le gustaría poner en marcha desde la asociación sería un transplante de árboles, pero su cometido no quedaría tan solo ahí, pues caminatas o talleres completarían la actividad del colectivo.

Por el momento el lalinense no tiene elegido un nombre para este colectivo, reconoce que "me gusta el que tiene la asociación Vaipolorío, pero ese ya lo tienen ellos" tampoco tiene unos estatutos conformados, espera que con la llegada de algún integrante más pueda cerrar estos matices.