El grupo de críticos con la gestión de Julio Mariño al frente de la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín le concede un plazo máximo de seis días para obtener respuesta a su impugnación de la asamblea que tuvo lugar el pasado 25 de junio. Tras no poder conseguirlo del 29 de junio, el colectivo disconforme con Mariño por fin pudo presentar su escrito el pasado lunes en las oficinas de la sociedad. El colectivo compuesto por Manuel Brea, Óscar Soto, el que fuera candidato en las últimas elecciones de la sociedad, Sito Batán, y Manuel Cadahía también tienen previsto llevar el contencioso al juzgado en el caso de que sea rechazada su impugnación por "ocultación de datos" durante la reunión de socios.
Cabe recordar que el documento de impugnación presentado finalmente el pasado lunes fue presentado por parte de un grupo de cazadores de Lalín que aducen ocultación de datos porque, según ellos, en el orden del día de la asamblea no constaron ni la subida de cuotas ni tampoco la solicitud de un préstamo, ni su cuantía. Los críticos replicaron después de su intento fallido de entrega del documento -los recibió en las oficinas el guardia del coto, que les dijo no estar autorizado para recoger ningún tipo de documentación- preguntándose si Mariño "se está riendo de los socios porque debería aplicarse el viejo refrán de que el tenga tienda que la atienda, y si no que la venda". Incluso llegaron a contactar vía telefónica con el presidente, que les dijo que no los podía atender por estar ocupado, siendo localizado poco después, siempre según este grupo de cazadores, en un conocido bar de Lalín jugando una partida de cartas.
Por último, la impugnación de la asamblea también tiene dos puntos conflictivos más. El primero tiene que ver con la convocatoria de la misma. Los críticos recuerdan que en los estatutos de la sociedad se dice que las cartas tienen que ser enviadas con un plazo mínimo de diez días, y ellos aseguran haberlas recibido con menos de seis días de diferencia. Además, los cazadores consideran que las inversiones presentadas por Mariño en la asamblea "no son válidas porque tenemos más gastos que ingresos, y debería ser al revés", tal y como indicó hace días Manuel Brea. Según Brea, la entidad tiene actualmente un déficit de 15.500 euros, después de que el propio Julio Mariño anunciara en la reunión del 25 de junio que actualmente la sociedad tiene 7.800 euros en su cuenta.
